REESTRUCTURACIÓN BANCARIA

Las cajas quieren lo bueno de los bancos

Algunos Sistemas Institucionales de Protección servirán para rescatar entidades, apuntan los expertos.

Fusión de Caja Segovia, Caja Ávila, Bancaja, Caja Madrid, Caja de Canarias, Caixa Layetana y Caja Rioja el día 15.
Las cajas quieren lo bueno de los bancos
EFE

Se acabó el plazo. El periodo establecido para la reestructuración bancaria con recurso a las ayudas públicas -en realidad, anticipos, porque los préstamos del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) se tienen que devolver con un interés del 7,5%- se cerró el pasado 17 de junio. El Banco de España se puede dar por satisfecho, porque, como vaticinara el ex vicepresidente económico del Gobierno Rodrigo Rato, las 45 cajas iniciales han quedado reducidas a una veintena en el nuevo mapa del sector.

De buen grado o bajo presión, unos pocos procesos han cuajado en fusiones o absorciones. Son los casos de Caja Duero y Caja España, Caixa Nova y Caixa Galicia, Unicaja y Caja Jaén, o Caja Sol y Caja Guadalajara. Entre ellos, solo hay un ejemplo de integración interterritorial, la unión de CajaSol y Guadalajara, el modelo favorito del supervisor porque diluye el riesgo y elimina los solapamientos. Por descontado, también encaja en este esquema la incorporación de Caja Castilla-La Mancha a Cajastur y está por ver la solución final que el supervisor da a la cordobesa Caja Sur, intervenida por oponerse a la integración con Unicaja y ahora en el punto de mira de al menos otras siete entidades.

El Sistema Institucional de Protección (SIP) o fusión 'fría' se ha revelado como el procedimiento de mayor éxito. A través de este mecanismo, las entidades preservan tanto su propia marca e identidad como el arraigo en el territorio o las participaciones empresariales y la obra social. Los representantes locales también conservan sus puestos.

La puesta en común afecta a las cuentas consolidadas, su análisis de riesgo y dimensión. Y, lo que resulta especialmente relevante en estos momentos de sequía de los mercados mayoristas: la suma de entidades permite alcanzar el tamaño requerido en determinadas operaciones. El Banco Central Europeo, por ejemplo, abre el grifo en mayor medida a las entidades cuyos activos superan los 50.000 millones de euros. Acercarse al perfil de los bancos tiene esos y otros buenos efectos. El contraste del mercado supone un plus en tiempos de demanda de mayor transparencia.

Fusión 'fría'

¿Constituye la fusión 'fría' una vía de escape para las cajas que quieren eludir una mayor implicación? Los expertos, que lo sospecharon en algún momento, rechazan ahora esa posibilidad. Les tranquilizan, entre otras cosas, los largos plazos asumidos. "Los compromisos adquiridos en este sistema suponen una mayor bancarización que la derivada de otros procesos de integración de cajas de ahorro", asevera Francisco Xavier Mera, catedrático de ESADE y autor de un informe sobre "Bancos, cajas y sector inmobiliario".

En su opinión, la transición hacia un modelo "más bancario" es más sencilla en los SIP que en las cajas de ahorros que siguen su normal desarrollo. "Con el tiempo iremos viendo si se diluye la presencia de los diferentes agentes en la gestión, de cara a profesionalizarla", asevera. Y añade que lo importante es abrir cauces hacia un contraste de mercado.

Puntos diferenciales

Mena es un analista que, en sus trabajos, se apresuró a matizar las diferencias entre entidades. Cuando el Banco de España publicó que el conjunto de bancos y cajas podría absorber una caída de los precios inmobiliarios del 50%, precisó que "un gran número de instituciones entrarían en quiebra si no se hiciera nada" porque apenas cinco entidades financieras -Santander, BBVA, La Caixa, Caja Madrid y Banco Popular- representan el 60% del total de las garantías, con sus ingresos futuros, fondos propios y pisos y suelo incorporados a sus balances.

Añade Mena que la 'guerra del pasivo' puede acarrear consecuencias no previstas. La oferta de tipos de interés del 4% a los nuevos depósitos por parte de las grandes entidades "no puede ser replicada por muchas cajas de ahorros".

Negro sobre blanco, muchas entidades de ahorro reconocieron estar abocadas a un proceso de integración. Los dirigentes del FROB lo han dejado claro en dos comparecencias, ante la comisión de Economía del Congreso -con carácter secreto- y en un encuentro informativo. Las cajas se esfuerzan ahora porque la inminente reforma reguladora consagre la fórmula del 'traje a medida'. Que todas puedan acudir a captar fondos en el mercado, pero las cuotas participativas que emitan puedan proporcionar, o no, a quienes las adquieran, los correspondientes derechos políticos.