ENTIDADES DE AHORRO

Las cajas optan por una candidatura de consenso con Isidro Fainé y Amado Franco

El presidente de La Caixa presidirá la CECA y el de Ibercaja ocupará la vicepresidencia primeraAcuerdo de la patronal en defensa de la naturaleza jurídica de las cajas y contra su privatización.

Amado Franco ocupará una vicepresidencia.
Las cajas optan por una candidatura de consenso con Isidro Fainé y Amado Franco
A.D./EFE

El Consejo de Administración de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), celebrado ayer en Madrid, optó finalmente por una candidatura de consenso en la que están integrados tanto el presidente de La Caixa, Isidro Fainé, como el de Ibercaja, Amado Franco, de acuerdo con la lista única pactada por todas las cajas de ahorros. En una reunión que duró poco más de media hora, el Consejo eligió por unanimidad a Isidro Fainé como presidente de la CECA y a Amado Franco como vicepresidente primero.

Tras el encuentro, la CECA hizo público un comunicado de prensa en el que, además de los nombramientos, dio cuenta de los tres compromisos adquiridos por los responsables de las entidades en la reunión, una declaración de principios que sirvió para facilitar que las dos candidaturas enfrentadas hasta ayer -la oficial de Amado Franco y la oficiosa de Isidro Fainé- se refundieran en una única lista de consenso. Y fue la llave que logró también el apoyo unánime que Fainé deseaba para presidir la CECA.

Los tres acuerdos hacen referencia al compromiso de analizar las diferentes fórmulas que pueden existir para reforzar los recursos propios de las cajas de ahorros preservando su naturaleza fundacional, "ya que uno de los grandes retos que hoy tienen, ante la próxima nueva normativa de solvencia (Basilea III), es el de incrementar sus recursos propios", dice la nota remitida por la Confederación de Cajas.

Implicación con los territorios

También se recoge el compromiso de promover e impulsar un acuerdo de todo el sector público que facilite un marco normativo en el que las cajas, actuando responsablemente, y cumpliendo con sus compromisos de colaborar en el desarrollo económico y social de su territorio, puedan mejorar, con garantía de futuro, su función financiera.

Y, por último, la CECA se compromete a seguir cumpliendo su misión fundamental en el sector, "evolucionando en función de los nuevos entornos de normativa y mercado, para continuar con la labor acreditada, a lo largo de la historia, en favor de la armonización, apoyo y defensa de los intereses de todas las cajas de ahorros. Todo ello bajo criterios de eficiencia y solidaridad entre todas las cajas, independientemente del tamaño de cada una de ellas".

Estos aspectos son de gran importancia, ya que durante el mes que ha transcurrido desde la anterior reunión de la CECA -el pasado 17 de marzo- y la de ayer, se extendió por el sector el temor a que estuvieran en juego, más allá de quién pudiera ocupar la presidencia de la CECA, dos modelos diferentes de cajas. Una, defendida abiertamente por Amado Franco, que postulaba el mantenimiento de la naturaleza jurídica de estas entidades, su vinculación con el desarrollo social y económico de los territorios en los que actúan, la Obra Social que desarrollan y una CECA fuerte y solidaria con las medianas y pequeñas cajas. Y otra, representada por Fainé y las grandes cajas de ahorros españolas, que no verían mal introducir modificaciones en la actual naturaleza jurídica de estas entidades, cambios que podría acabar 'bancarizando' a las cajas.

Rechazo a la privatización

En principio, y teniendo en cuenta la unanimidad y el consenso alcanzado ayer en el seno de la CECA, estos compromisos formales pueden tranquilizar al sector, que entiende conjurado el peligro de privatización de las cajas de ahorros.

En el acuerdo suscrito ayer por la CECA se hace hincapié en el destacado papel que han jugado las cajas de ahorros "en el desarrollo económico de España, fomentando el ahorro en todas sus modalidades y habiendo contribuido de forma muy importante en la mejora de la calidad de vida de los españoles en términos de renta, sanidad, educación y cultura, entre otras cuestiones".

Y se menciona expresamente que para poder seguir cumpliendo con sus objetivos fundacionales, "las cajas necesitan evolucionar y adaptarse a los nuevos escenarios económicos y financieros, manteniendo sus vínculos territoriales-fundacionales, pero sin perder de vista que el mercado financiero español es único".