REFORMAS LABORAL Y DE PENSIONES

La urgencia de pactar las reformas resucita la mesa del diálogo social

Gobierno, empresarios y sindicatos convocan a los partidos a un gran acuerdo. Rubalcaba se incorpora a la negociación para aportar una valoración "más amplia".

Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, en noviembre del año pasado.
La urgencia de pactar las reformas resucita la mesa del diálogo social
BALLESTEROS/EFE

Madrid. El Gobierno, los empresarios y los sindicatos dejaron ayer clara su voluntad de alcanzar un acuerdo en las reformas laboral y de pensiones "sin ignorar las dificultades que se derivan de la negociación" e incluso abrieron la puerta a la participación de las fuerzas políticas. Acuciados por la presión de los mercados, aseguraron en un comunicado conjunto, el primero desde la ruptura hace seis meses de la mesa del diálogo social, que el entendimiento es posible y que las partes están dispuestas a conseguirlo. Los empresarios acudieron por primera vez a esos encuentros y estuvieron representados por el recién elegido presidente de CEOE, Joan Rosell.

En un almuerzo celebrado en las oficinas del Ministerio de Trabajo, las tres partes abordaron la reforma laboral, las políticas activas de empleo y la reforma de la negociación colectiva. Sobre esta última cuestión, las tres partes coincidieron en mantener negociaciones en el ámbito bilateral -entre las organizaciones empresariales y sindicales- sin la intromisión del Ejecutivo. Aun así, todavía se mantiene la amenaza de que, si los interlocutores sociales no alcanzan un acuerdo antes del 18 de marzo, el Gobierno será quien legisle sobre este asunto.

Siete meses después

No está previsto que se vuelvan a reunir hasta comienzos de la próxima semana. Los agentes sociales y el Ejecutivo expresaron su intención de intensificar las conversaciones e incorporar "todas las fuerzas políticas parlamentarias".

Hacía siete meses que no se celebraba una reunión a tres bandas entre el Gobierno, los sindicatos y la patronal. Del plantel de aquel día solo repitieron ayer los líderes de CC. OO., Ignacio Fernández Toxo, y UGT, Cándido Méndez. Al frente de la cartera de Trabajo e Inmigración ya no está Celestino Corbacho, y ahora su titular es Valeriano Gómez. Joan Rosell ha tomado el relevo de Gerardo Díaz Ferrán al frente de CEOE.

Tras el Consejo de Ministros, el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, también se sumó al almuerzo de trabajo. Su labor en estas reuniones, según él mismo explicó, es aportar una valoración "más amplia" que la del ministro de Trabajo. Fuentes sindicales ya han calificado al también responsable de Interior como "el impulsor del principio de entendimiento".

Antes del encuentro, las tres partes destacaban su trascendencia. "Las conversaciones deben tomar mayor aceleración a partir de las incorporaciones de la patronal, un actor imprescindible", confió el líder de UGT, Cándido Méndez.

El Ejecutivo trató de precisar los cambios introducidos en el borrador, en el que se concreta que las pérdidas coyunturales no podrán ser causa de despido objetivo. El vicepresidente aseguró que esta concreción no supone un cambio de "espíritu" de la reforma. Además, rechazó "lecturas que no se correspondan con la realidad y que apuntan que el Gobierno la ha suavizado para facilitar un acuerdo.