INACTIVIDAD EN LOS DOS CENTROS ARAGONESES

La producción de Cacaolat y Dhul en Aragón, paralizada por la falta de proveedores

La primera no tiene envases y la segunda envía a parte de la plantilla a casa. UGT y CC. OO. protestan el 12 de marzo contra Nueva Rumasa.

Envases de leche en la planta de Clesa en Utebo.
La producción de Cacaolat y Dhul en Aragón, paralizada por la falta de proveedores
JOSé MIGUEL MARCO

La situación de las plantas de Nueva Rumasa se vuelve cada día más agónica. Los impagos a proveedores han venido poco a poco reduciendo la producción al mínimo por falta de materias primas o elementos tan necesarios como los envases. A día de hoy, la actividad se puede considerar paralizada en los dos centros aragoneses, situación que se ha «precipitado» desde que se anunciara el preconcurso de acreedores para 10 empresas del grupo. Entre ellas Dhul, que tiene una planta en Casetas (antigua Lácteos Arnedo), a la que va a trabajar solo un tercio de la treintena de empleados para realizar labores de mantenimiento, según informó ayer UGT-Aragón, que celebró una asamblea para explicarles su situación. «La campaña del helado tendría que estar empezando, pero no tienen con qué trabajar», se aseguró desde la Federación Agroalimentaria del sindicato.


Tetrapack deja de suministrar


En el caso de la vecina planta de Cacaolat en Utebo «han ido recibiendo algo de leche, pero tienen problemas porque no tienen envases y les han faltado etiquetas para algún pedido», añadió el sindicato. Tetrapack habría dejado de suministrar por impagos a la factoría, que habría perdido el 45% de sus clientes, según se informó en la reunión celebrada ayer en Madrid entre delegados de UGT y CC. OO. En la antigua leche Sali trabajan 108 personas, que siguen yendo a cumplir su jornada laboral. Mientras, la factoría mantiene abierto el conflicto con los ganaderos aragoneses, a los que debe dos millones de euros. En ambas plantas zaragozanas aún no se ha completado el pago de las nóminas de enero, que en los últimos meses se abonan con retraso.


En el caso de Clesa, al que pertence Cacaolat, el comité de empresa de la fábrica de Caldas de Reis (Pontevedra) pidió ayer explicaciones a la dirección sobre el abandono «por falta de servicio» de marcas blancas como Aliada (El Corte Inglés), Auchan, Alimerka, Condis, Dia o Covirán. Los trabajadores temen un «bloqueo total» por la falta de ingredientes como edulcorante. Los sindicatos auguran que, sin materia prima, en dos semanas la actividad puede ser «nula» en todos los centros. El temor de los trabajadores es que las deudas con los proveedores asfixien a las plantas y paralicen totalmente su actividad antes de que termine el plazo de tres meses para negociar con los acreedores que ha solicitado Nueva Rumasa. Los centros de Clesa en Sevilla y Madrid también tendrían la producción parada. Por ello, UGT y CC. OO. acordaron ayer convocar a los trabajadores de todas las factorías del grupo a una manifestación el 12 de marzo en Madrid. La protesta tendrá por objetivo reclamar a la familia Ruiz-Mateos los más de tres millones de euros que les adeudan en salarios, según los cálculos de los sindicatos, y defender los aproximadamente 5.000 puestos de trabajo.


«Ha habido mucho de estafa»


El secretario de Política Industrial de CC. OO., Jorge Tomé, consideró «imposible» que se pueda salvar la situación de la empresa si se mantiene su actual dirección, por lo que pidió a los jueces que nombren administradores de las plantas para empezar a pensar en la «reactivación» de las fábricas en manos de otros gestores. «Aquí ha habido mucho de estafa y mucha usurpación de derechos económicos de los trabajadores y de muchas personas», dijo Tomé.