La Unión Europea ha puesto fin a los billetes de avión que hasta ahora no especificaban el precio final del viaje. Una directiva europea obliga a las compañías aéreas a incluir en el precio de sus ofertas los recargos por el precio del carburante y las tasas aeroportuarias correspondientes.

Con esta nueva normativa, la Unión Europea busca poner coto al problema de la publicidad engañosa, un problema que, en los últimos tiempos, encuentra un campo abonado en internet. "Nuestro objetivo es que los usuarios conozcan desde el primer momento los precios reales, sin que haya tasas escondidas", ha declarado el portavoz comunitario Jens Mester antes de destacar que "la transparencia repercute en mejores condiciones para los pasajeros, que podrán comparar los precios reales de las diferentes compañías".

A partir de ahora, el precio de las ofertas de billetes aéreos deberán incluir obligatoriamente todos los costes que pudieran añadirse al coste de la tarifa del vuelo como impuestos, cánones, recargos y derechos obligatorios.

El mismo precio en cualquier país

Asimismo, la directriz obliga a las compañías a ofrecer el mismo precio del billete aéreo sea cual fuere el país comunitario desde el que se adquiere, sin variar dependiendo del país miembro desde el que se realiza la operación como venía sucediendo hasta ahora.

Seguirá habiendo suplementos

Continuará existiendo la posibilidad de aplicar costes suplementarios al billete por las opciones no obligatorias que se pueden presentar al cliente como en el caso de los seguros de viaje, pero estos incrementos en el precio no podrán ser marcados por defecto y se tendrá que solicitar antes de su aplicación el consentimiento expreso del usuario.

Antonio Tajani, vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Transportes, ha destacado la importancia de que todas las compañías "obedezcan a las mismas reglas", por ser esto "una condición de la liberalización en Europa".

Sanciones

De no cumplir este reglamento, que también obliga a las compañías aéeas a mantener continuidad en su servicio y unos mínimos de capacidad incluso para destinos o rutas de baja intensidad, las autoridades responsables en cada país de la Unión Europea podrán sancionar a las aerolíneas con la suspensión de la licencia de explotación