AGRICULTURA

La industria agroalimentaria aragonesa reivindica su papel de motor económico

Exige a los políticos que conviertan los halagos hacia el sector en acciones concretas.

La industria agroalimentaria aragonesa pide paso y el reconocimiento que se merece. Lo hace recordando que en estos momentos de crisis económica, el sector ha aguantado el tipo, anotándose descensos «insignificantes» de apenas un 2 o 3% -frente a caídas de hasta el 60% en otros sectores; manteniendo sus más de 11.000 puestos de trabajo directos e incluso creando alguno más y saliendo con potencia al exterior, de donde procede el 20% de la facturación total del sector.


Los datos los ofrecieron ayer el presidente y el gerente de la Asociación de Industrias de la Alimentación de Aragón (AIAA), José Antonio Briz y José Ignacio Domingo, respectivamente. Ambos sacaron pecho al recordar que la comunidad aragonesa puede presumir de «una industria potente, que ofrece grandes productos a precios competitivos», pero lamentaron el escaso apoyo que recibe el sector por parte de las administraciones públicas. «A todos se les llena la boca diciendo que este es un sector estratégico e importante, pero luego nosotros nos sentimos solos», destacó Briz.


Al presidente de esta organización empresarial le gustaría que se demostrase el apoyo a este sector con menos palabras y más hechos, entre ellos con la elaboración de un plan estratégico, con una mayor colaboración para realizar campañas de promoción «más ambiciosas» o, como sucede en otras regiones, que los representantes políticos aragoneses utilizaran los productos agroalimentarios de la comunidad como regalo institucional para agasajar a sus invitados.


«Hay que apostar por este sector, que no solo se mantiene sino que además crea empleo», insistió Briz, que reiteró que mientras la presencia del sector automovilístico -al que le deseó larga vida en Aragón- es coyuntural ya que las multinacionales funcionan a golpe de números, «nosotros nunca nos iremos de aquí porque estamos pegados a la tierra», dijo. Y para los que crean que no es propio de un país moderno apostar por el sector primario y la industria desarrollada en torno a él, los responsables de AIAA dejaron un mensaje: «Ahí esta Francia, volcada con este sector, o países tan innovadores y tecnológicos como Alemania», puntualizó.


De turismo


Para contribuir a hacer más visible un sector «que todavía es el gran desconocido en nuestra tierra», como aseguró Briz, la Asociación de Industrias de la Alimentación de Aragón ha editado, con el apoyo de la consejería de Agricultura del Gobierno de Aragón, la primera 'Guía de Turismo Agroalimentario'.


La publicación ofrece información a todos aquellos que quieren ocupar su tiempo de ocio visitando empresas del sector, conociendo el atractivo y rico patrimonio de los municipios en las que se encuentran instaladas y degustando los productos agroalimentarios de la comunidad.


En esta primera guía, explicó José Ignacio Domingo, participan 21 empresas. En su mayoría pertenecen al sector vitivinícola, pionero en poner sus instalaciones al servicio del turismo, pero también aparecen cárnicas, almazaras, fábricas de quesos o de repostería. Domingo, que expresó el deseo de que sean muchas más las empresas que se adhieran al programa, insistió en que esta no es solo una alternativa de ocio sino también la posibilidad de acercar al industrial con el consumidor; una manera de poner en contacto al industrial con el consumidor y conocer de primera mano cuáles son sus demandas y necesidades.


Made in Aragón


Además de la guía, y durante el próximo mes de mayo, la AIAA vuelve a poner en marcha la campaña 'Alimentos Made in Aragón', una iniciativa en la que participan 40 industrias agroalimentarias aragonesas y que tiene como objetivo aumentar el conocimiento y la fidelidad de los consumidores aragoneses hacia las marcas aragonesas de la alimentación. En esta campaña hay premio. La compra de productos puede traducirse en entradas para el spa de Ranillas o para Motorland.