zaragoza. Tan solo cumple su segunda edición -la primera se celebró en 2008- y la Feria del Mueble de Zaragoza se ha convertido ya en un referente nacional para el sector. Así lo aseguró ayer el presidente de la institución ferial zaragozana, Manuel Teruel, que insistió en que ahora la proyección es convertirla en una de las "joyas de la corona" del programa ferial del recinto de la carretera de Madrid.

Y es que, y a pesar de los complicados momentos económicos y del grave impacto que la crisis ha dejado en un sector tan ligado a la construcción, el certamen ha logrado reunir a 412 expositores, un 43% más que los 290 que acudieron a la cita en la primera edición de 2008. Fabricantes y distribuidores de todas las comunidades autónomas españolas, excepto las insulares, estarán presentes en esta feria, que desde el jueves y hasta el domingo ocupará 73.552 metros cuadrados repartidos en siete pabellones. Una superficie un 53% mayor que la de la pasada edición.

Valencia, Murcia y Cataluña son las Comunidades con mayor representación en este certamen, ya que el 20,73%, el 17% y el 12,14% de los expositores proceden respectivamente de estas regiones. Tras ellos se sitúa la comunidad aragonesa, desde donde acuden el 10,36% de las empresas expositoras. La presencia internacional también ha ganado peso en esta segunda edición de la feria. Ha crecido en un 50% -en 2008 hubo 27 expositores extranjeros-, en su mayoría llegados de Italia y Portugal, países emblemáticos en el diseño y la vanguardia de este sector.

Pendientes del clima

Dirigida únicamente a profesionales, la Feria del Mueble de Zaragoza mostrará las innovaciones y tendencias en decoración y complementos; iluminación; mobiliario auxiliar, clásico, moderno, rústico, de cocina, de descanso, de jardín, tapizado y mobiliario de colectividades. Una variada oferta con la que los organizadores esperan superar con creces los 17.000 visitantes que se acercaron hasta el recinto ferial zaragozano durante la primera edición de este certamen. Y eso que, como recordó Teruel, los organizadores también están pendientes de la evolución del temporal de frío polar que recorre estos días la Península. "Sabemos que las adversidades climáticas pueden restarnos algún visitante, pero confiamos en el dios eolo y el clima nos dé una tregua", señaló el presidente de Feria de Zaragoza, que explicó, sin embargo, que ayer ya habían llegado a Zaragoza el 60% de los camiones que transportan los materiales para los expositores.

"Interconectar a todos los agentes económicos del sector del mueble", es, según explicó Manuel Teruel, el objetivo esencial de esta feria, en la que también irrumpe el arte. Así, el certamen incluye en su programa 'Zaragoza Design Show' y un 'hapennig' de diseño, actos culturales con los que se pretende además convertir la feria en un escenario para los jóvenes diseñadores. Además, 'Hexágonos de ARTE' presentará en el recinto ferial el trabajo de trece artistas de distintos países que mostrarán su forma de ver la vida y de concebir el arte y la estética.

Con estas actividades paralelas se pretende así, como explicó Manuel Teruel, acercar a la empresas las posibilidades del diseño, entretener a los visitantes y ampliar la oferta cultural de la ciudad.

Esfuerzo y costes racionales

Mucho trabajo y esfuerzo combinado con una oferta de calidad, servicio y costes racionales es la 'receta' con la que Feria de Zaragoza ha conseguido que duplicar el número de expositores y el espacio expositivo en esta segunda edición de la Feria del Mueble.

Aunque no concretó si se han reducido el precio de las superficie expositiva, Teruel insistió en que para hacer frente a la crisis la institución ferial acometió ya en 2009 una estrategia basada en "ser muy racional en los costes". Así, insistió, la de Zaragoza es la única institución que consiguió celebrar todas las ferias en 2009.

A este esfuerzo hizo también referencia Miguel Ángel Oliván, representante del Colegio de Agentes Comerciales de Aragón, impulsor. Oliván recordó los "dos años muy duros" que ha vivido el sector y auguró "mucha ilusión" para encarar el nuevo ejercicio, que, a su juicio, sería más fácil "si los políticos hicieran para los muebles un plan renove como para el automóvil o los electrodomésticos".