La factoría de Nissan en Barcelona pelea por conseguir un nuevo modelo

Aún hay opciones para la planta de Nissan en la Zona Franca de Barcelona. La multinacional, que el mes pasado descartó a la factoría en la competición que tiene abierta para hacerse con un nuevo modelo de furgoneta 'pick-up', ha reconsiderado las opciones de la fábrica después de recibir una propuesta de UGT y USO, centrada en la moderación salarial (congelación hasta 2014), una mayor productividad, un esfuerzo adicional en flexibilidad de la jornada y una lucha decidida contra el absentismo. El Ministerio de Industria ha jugado un papel clave, al auspiciar ese último intento (Nissan decide la adjudicación el próximo día 13), respaldarlo y presentarlo en la noche del viernes a los máximos responsables en Europa de la empresa nipona, que lo ha trasladado a la dirección en Tokio. Al tiempo, el departamento dirigido por Miguel Sebastián ha recordado a la firma que, de resultar elegida Barcelona, Nissan siempre podría contar con la ayuda del Plan de Competitividad de los Sectores Estratégicos, basada en créditos blandos.

Tras recibir el visto bueno de las asambleas de UGT y USO Cataluña, la propuesta será sometida a referéndum de toda la plantilla el próximo miércoles. Los trabajadores deberán dar su sí a cesiones incómodas como un incremento de la productividad del 6%, dos sábados laborables más al año, menos paga en los casos de bajas laborales leves o la congelación de la antigüedad.

Como contrapartida, la llegada del 'pick-up' supondría una inversión de unos 80 millones de euros, la certeza de carga de trabajo para el próximo decenio y -muy importante- la opción de optar más adelante a otros modelos o productos.

Rogelio Mena, secretario general y responsable de automoción de MCA-UGT, destaca el "ejercicio de responsabilidad" de la oferta a la multinacional, "al anteponer el interés de la planta, el empleo y el país" a otros, e hizo un llamamiento a la plantilla para que la apoye.