GANADERÍA

La DGA dice que no hay pruebas de que la vacuna de la lengua azul cause mortandad

UAGA mantiene que sí existe relación y recoge muestras de ganado afectado para que la Facultad de Veterinaria realice un estudio.

"No hay ninguna evidencia científica, de momento, que relacione la mortandad en algunas explotaciones de ovino con la vacunación contra la lengua azul". Con esta contundencia respondió ayer Ramón Iglesias, director general de Alimentación del Gobierno aragonés, a las manifestaciones de las organizaciones agrarias que culpan a la vacuna contra la lengua azul de la elevada mortandad en las explotaciones de ovino de la comunidad.


Iglesias explicó que son varias las instituciones que están investigando los problemas de salud denunciados por los ganaderos. En Madrid, la Facultad de Veterinaria está realizando necropsias a animales muertos de rebaños de Salamanca -la provincia más afectada- pero también se analizan animales vivos posiblemente afectados. Un estudio similar se está llevando a cabo en el Cresa, un organismo de Patología Animal adscrito a la Generalitat catalana, cuyos técnicos han realizado un estudio exhaustivo en explotaciones de Gerona.


Además, según destacó el director general de Alimentación, la consejería de Agricultura mantiene el contacto con la Facultad de Veterinaria de Zaragoza "para realizar el seguimiento de algún rebaño". Y de momento, insistió Iglesias, no hay ningún informe científico que corrobore los negativos efectos de la vacunación.


Informes


Iglesias reiteró que el Gobierno de Aragón "no se ha desentendido en ningún momento" de la situación por la que atraviesan algunos ganaderos de ovino aragoneses. De hecho han trasladado al Ministerio que dirige Elena Espinosa "la relación de los casos comunicados". Así, hasta Madrid han llegado "unos 50 informes" -destacó Iglesias- de explotaciones afectadas, aunque el director general señaló que la cifra no es muy significativa si se tiene en cuenta que se han vacunado 1.600 rebaños y que la mortandad en la mayoría de las granjas ha afectado a "una o dos ovejas". Apenas hay una veintena de casos de explotaciones grandes que han perdido "como mucho 120 animales", destacó el director general.


De cualquier modo, Iglesias insistió en que será Madrid quien decida y tenga la última palabra sobre posibles indemnizaciones.


Cautela entre los expertos


Mientras las organizaciones agrarias continúan recabando datos que permitan a los expertos 'diagnosticar' y encontrar las causas que están provocando una mayor mortalidad entre los animales, un aumento de los abortos así como la falta de producción de leche para amamantar a los corderos.


Así lo está haciendo la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA), que tras una reunión de con el catedrático Juan José Badiola, ha comenzado a "recoger todo tipo de muestras (sangre y heces) de ganados afectados para remitirlas a la facultad de Veterinaria", explicó José Luis Lasheras, secretario provincial de UAGA-Zaragoza.


Lasheras reconoció que durante la reunión con Badiola, el director del Centro Nacional de Referencia de las Encefalopatías Espongiformes Transmisibles mantuvo "precaución" sobre los problemas en las explotaciones ganaderas, porque "aseguró que no tiene datos concluyentes".