El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Cariñena prevé este año una vendimia muy positiva y espera recoger 83 millones de kilogramos de uva, un 13% más que el año pasado. La brotación del viñedo ha sido buena y temprana ya que, aunque la reserva hídrica del otoño-invierno ha sido baja, las lluvias caídas en marzo han ayudado.

Además, el buen estado de la vegetación, la ausencia de plagas, el bajo nivel de enfermedades y la buena climatología del mes de julio hacen que la calidad de la uva sea en estos momentos «muy buena», han subrayado desde el Consejo Regulador. La campaña se desarrollará principalmente durante los meses de septiembre y octubre, aunque se prevé temprana.

La floración ha sido temprana ya que se ha producido a primeros de mayo con tiempo fresco y seco que ha hecho un cuajado de la flor bueno en la mayoría de variedades, incluso en las más problemáticas como la Garnacha y la Merlot.

El verano ha conllevado una muy buena vegetación del viñedo y con tiempo fresco. Los primeros granos de enero -época de coloración de la uva- en la variedad Tempranillo aparecieron alrededor del 10 de julio y al finalizar el mes ya estaba muy avanzado en casi todas las variedades.

En la vendimia de 2011 se esperan recoger 83 millones de kilogramos de uva, un 13% más que en la campaña de 2010 donde se alcanzaron los 73 millones de kilogramos. Además, la cifra será un 6% superior a la cosecha media de los últimos diez años, 78 millones de kilogramos. No obstante, la previsión es todavía muy prematura pues dependerá del tiempo que haga este mes de agosto.

De las 14.624 hectáreas con las que cuenta la Denominación de Origen Protegida, un total de 10.000, el 66,6%, se van a vendimiar de forma mecánica.