CRISIS

La crisis de Wall Street afecta a las esposas y novias de ex banqueros

La crisis de Wall Street no solo afecta a poderosos ejecutivos, sino también a sus novias o esposas, que cansadas de aguantar a hombres poco atentos y frustrados por sus problemas económicos, han decidido crear una página web para compartir desdichas, secretos, humor y algún truco para hacer frente a estos difíciles tiempos.


"Estamos aquí para ayudarte en los momentos difíciles", dice la introducción de esa página, que se ha llamado "Saliendo con un banquero anónimo" (Dating a banker anonymous, DABA) y que para animar a sus visitantes asegura que "está libre del escrutinio de las feministas".


El negro panorama en que muchos ejecutivos se hundieron con la debacle hace unos meses de algunos de los símbolos del capitalismo, como ocurrió con el banco de inversión Lehman Brothers, les ha llegado también a sus parejas, que en la página DABA Girls se quejan, muchas de forma anónima y recurriendo a viejos tópicos, de que los tiempos han cambiado irremediablemente.


Se acabaron las cenas en restaurantes exclusivos, las tarjetas de crédito ilimitadas para comprar modelitos en los selectos almacenes neoyorquinos como Bergdorf Goodman, Barneys o Saks, los Manolo Blahniks o los Jimmy Choos de 800 dólares y los lujosos fines de semana en los Hamptons.


A ellos también les ha llegado la época de los ahorros y estos días en el distrito financiero de Manhattan se ve a más de un ejecutivo ex agresivo comiendo una hamburguesa con patatas fritas en populares restaurantes de comida rápida.


DABA Girls lo comenzaron dos buenas amigas "con parejas peleadas por la economía. Sin saber qué hacer, hemos hecho lo que cualquier chica frustrada pero elocuente ha hecho desde siempre, empezar un diario", dicen sus fundadoras en la página web.


"Así que si te han reducido tu asignación mensual para Bergdorf a la mitad y el derecho a tener una botella en un bar ha desaparecido de tu vida, relájate con una sonrisa y cuéntanos tus historias", dicen en el "blog".


"Esta terrible experiencia ha avanzado por lo menos en dos años mi cita con el Bótox", agrega en la página una de las "damnificadas", que con frívolo humor asegura que la crisis económica está "causando estragos" en su físico y en su vida social, pues su "novio financiero ha perdido el trabajo, lo que creo que técnicamente le sitúa como amigo".


También se queja del comportamiento del ya solo amigo, que en cuestión de días "pasó de no estar nunca disponible a ser pegajoso. Quiere que cenemos cada noche, pero por cenar entiende que le cocine, pues Megu (un exclusivo y a la moda restaurante japonés) ya no está en su presupuesto".


El comentario de Megan y Laney, por ejemplo, recuerda con nostalgia los tiempos, antes de la recesión, "cuando sentías que con tu novio financiero podrías conquistar el mundo... Juntos podíamos subir la escalera corporativa, para después, una vez hecha caja, seguir caminos más filantrópicos y artísticos".


Ese objetivo vital, definido con tal desparpajo y frialdad, es el de algunas féminas de la alta sociedad neoyorquinas que se han convertido en coleccionistas de arte, lo que con la llegada de los malos tiempos, les han servido para ayudar a sus arruinados maridos.


Es el caso, por ejemplo, de Kathleen Fuld, esposa del ex presidente de Lehman Brothers, quien durante años acumuló una multimillonaria colección de obras de arte que ya ha empezado a vender para recuperar liquidez y ayudar al ex banquero a hacer frente a sus problemas económicos.


Para "Courtney", de 24 años y que se define como "la otra" de un financiero "ex exitoso, con una bonita casa, una mujer guapa e hijos adorables", la crisis financiera ha supuesto renunciar a "vacaciones fabulosas durante sus viajes de negocios, regalos, comidas gourmet y afecto".


Los reclamos de Courtney a su amante por la falta de atención y viajes, cuenta ella en el blog, acabaron en pelea, "los primeros gritos en dos años", expresando el agobio porque "tengo que despedir a 20 personas antes del viernes" y la excusa, de que "ahora cualquier gasto extra, lo notaría mi esposa".


Una de esas frustradas novias, después de varias advertencias al desatento y estresado financiero, escribe en el blog que le echó de casa y se marchó de viaje a Suramérica, donde -confiesa- tuvo una aventura en Buenos Aires.