MERCADO INMOBILIARIO

La crisis de la vivienda se alarga

El mercado de la vivienda, prácticamente estancado en España, no levanta cabeza por la congelación del crédito, pero también a causa del cruce de decisiones y anuncios de los políticos sobre medidas tributarias.

La crisis inmobiliaria ha dejado carteles como este en toda en Zaragoza, esperando a los pisos.
La crisis de la vivienda se alarga
PEDRO ETURA

El mercado de la vivienda, prácticamente estancado en España, no levanta cabeza por la congelación del crédito, pero también a causa del cruce de decisiones y anuncios de los políticos sobre medidas tributarias. Este vaivén fiscal retrae a los potenciales compradores de pisos. A la falta de financiación que sufren empresas y particulares, principal causa de la parálisis de la construcción residencial, se ha añadido la inseguridad tributaria.

Mientras Gobierno y PP rivalizan en sus anuncios sobre cambios, el usuario que dispone de recursos opta por quedarse quieto.

En lo que va de año, las compraventas de viviendas llevan cuatro meses consecutivos de fuertes descensos, con caídas del 11,9% en marzo, del 29,7% en abril, 18,3% en mayo y del 22,9% en junio, según datos del Registro de la Propiedad. Jugar con el efecto llamada tiene ese coste. Los inversores se animan para poder anticiparse a los cambios fiscales. Ante el inminente fin de deducciones a la compra de la primera vivienda, y en un mercado paralizado por la crisis, las compraventas aumentaron a final de 2010. Después se vinieron abajo.

El Gobierno optó por suprimir este beneficio fiscal, de larga tradición, con el argumento de que había sido una de las causas que favorecieron la burbuja inmobiliaria. La exención permanece para las nuevas adquisiciones con carácter testimonial, en proporciones descendentes a medida que los contribuyentes se acercan a los 24.000 euros de ingresos anuales, y en las cuotas autonómicas de algunos territorios. Aunque el precio de la vivienda podría haber bajado un 22% desde sus máximos de 2007, limitar las ventajas fiscales a ese nivel de rentas deja un campo de actuación muy limitado.

Incluso sin desgravación en el IRPF, la normalidad se hubiera podido restaurar paulatinamente en el mercado en la medida en que se fuera restableciendo el crédito, por la existencia de nuevos compradores. Pero el PP adelantó la intención de restablecer la deducción si -como todas las encuestas anticipan- gana las próximas elecciones generales. Hasta el Banco de España se hizo eco de la paralización que causó este anuncio, y atribuyó a «las dudas» surgidas en torno a posibles modificaciones en el tratamiento fiscal de la vivienda en propiedad, el significativo descenso que entre marzo y junio de este año registraron las compraventas de inmuebles residenciales.

Mientras tanto, bancos y cajas españolas han puesto a la venta los inmuebles que han acabado en su poder por los impagos de sus clientes. Esta cartera -por valor de unos 20.000 millones de euros, según datos de los balances de las propias entidades- podría traducirse en unas 300.000 viviendas. Aunque muchas de ellas están en la costa o son segundas residencias, están canalizando buena parte de la oferta de crédito. Las instituciones bancarias necesitan dar salida a su 'parque' inmobiliario y no están para dar crédito a otras operaciones. El cierre del grifo del crédito para otros promotores y consumidores se ha visto afectado no solo por la reestructuración sectorial, sino por las dificultades de financiación mayorista derivadas de la crisis de la deuda de unos cuantos países periféricos de la zona del euro.