CRISIS ALIMENTARIA EN ALEMANIA

La crisis de las dioxinas abre expectativas de mercado a los productores aragoneses

Creen que la desconfianza que genera Alemania podría aumentar "puntualmente" sus ventas, pero temen que la producción de ese país "inunde" Europa y afecte a los precios.

Cientos de granjas avícolas alemanas están cerradas por la utilización de piensos contaminados.
La crisis de las dioxinas abre expectativas de mercado a los productores aragoneses
J. EISELE/AFP

En la lejanía, con tranquilidad y mucha expectación ante el comportamiento de los mercados. Así se ve desde Aragón la crisis desatada en Alemania por la utilización de piensos contaminados con dioxinas, que ha supuesto el cierre de cientos de granjas avícolas, ha salpicado al sector porcino y ha provocado la decisión de Corea del Sur, primero, y China, después, de suspender la importación de huevos y productos porcinos procedentes del país europeo.

Tanto la consejería de Agricultura del Gobierno aragonés, como el sector productor y las organizaciones agrarias coinciden y tienen claro que no hay que temer un contagio de la alerta sanitaria ya que las granjas aragonesas se nutren de los piensos producidos esencialmente en Aragón y en España.

Pero hay diversos matices si el análisis se hace sobre los posibles beneficios -o desventajas- que puede tener para el sector aragonés el cierre de mercados para la producción alemana e incluso la caída del consumo de las carnes expuestas a los piensos contaminados en ese país.

Las organizaciones agrarias aragonesas son las más cautas. Consideran que todavía es muy pronto para aventurar que el escándalo alemán pueda abrir las puertas de los mercados exteriores a los productores aragoneses. Incluso matizan, como el secretario provincial de Asaja, que aun en el caso de que aumentase la demanda de productos avícolas y porcinos aragoneses, "no serán los ganaderos los que ganen con la operación, porque la mayoría de las granjas de la comunidad solo se dedican al engorde. Son como asalariados para otras grandes multinacionales que son los que los comercializan", dice.

"No creo que el problema alemán sirva para abrir ventanas a los productos aragoneses", destaca el secretario general de UAGA, José Manuel Penella, mientras que el líder de UPA en Aragón, José Manuel Roche, lanza un mensaje de "tranquilidad" tanto a los consumidores como a los productores. A los primeros para asegurarles de que en Aragón la seguridad alimentaria y sanitaria está perfectamente controlada y se puede consumir carne y huevos sin ningún temor. A los segundos para advertirles que no hay que lanzar las campanas al vuelo y que si aparecen oportunidades de negocio no será a corto plazo y en todo caso coyuntural.

Más beneficio que perjuicio

Entre las empresas hay división de opiniones. Desde Piensos Costa, su propietario, José María Costa, no cree que el "problema" alemán perjudique. Más bien todo lo contrario. "Es más posible que nos beneficie", dice. El responsable de esta firma, dedicada a la cría, engorde y venta de ganado porcino y a la elaboración y comercialización de piensos compuestos, insiste en que están "a la expectativa", pero reconoce que el mercado puede ofrecer "buenas oportunidades", ya que muchos clientes de los ganaderos alemanes podrían volver su mirada hacia las granjas españolas en general y aragonesas en particular.

No es tan optimista Antonio Montull, gerente de Cincaporc, industria fragatina dedicada a la elaboración de piensos para autoconsumo, así como a la cría, engorde y comercialización de ganado porcino. Montull no descarta que "habrá alguna oportunidad en los mercados", pero matiza que "no será un efecto inmediato y puede que además sea puntual".

Demasiada carne

En su opinión lo que preocupa es la repercusión que puede tener un descenso del consumo de carne de pollo y cerdo en el propio mercado alemán, así como un descenso de las ventas germanas a los mercados exteriores. Pero esa producción hay que venderla y si no es en su propio país o a sus proveedores habituales, tendrá que salir al mercado de la UE, una situación que "podría perjudicar" ya que provocaría un exceso de oferta, matiza Montull.

El gerente de Cincaporc cree que va a ser necesario "regular toda esta cantidad de carne", y explica que no se descarta la posibilidad de que haya que congelar parte de las producciones para no inundar el mercado europeo, lo que a su vez podría provocar el hundimiento de los precios.