SINIESTRALIDAD LABORAL

La crisis destruye empleo sin reducir la mortalidad laboral

En los 10 primeros meses de 2008 hubo 716 fallecidos en accidente de trabajo, el mismo número que de enero a octubre de 2007, pese a la subida del paro y a la caída de la ocupación

Los españoles realizan su actividad profesional no sólo en condiciones precarias sino cada vez más peligrosas tal y como se desprende de las cifras del Ministerio de Trabajo e Inmigración. De enero a octubre de 2008 se produjeron 716 accidentes mortales con baja durante la jornada laboral, el mismo número que durante los 10 primeros meses del año anterior, pese a que (octubre sobre octubre) las listas de parados habían subido en 769.449 personas y la afiliación a la Seguridad Social bajado en 525.848 ocupados. Los datos descartan que en breve España abandone el primer lugar en siniestralidad laboral que ocupa en la Unión Europea (UE).


Las tristes estadísticas desvelan igualmente que las medidas adoptadas por el Gobierno son insuficientes. Precisamente, el pasado lunes CC OO acusó a CEOE y CEPYME de boicotear el cumplimiento de la Estrategia sobre Seguridad Laboral, aprobada en su día entre las organizaciones empresariales, sindicales y el Ejecutivo, para paliar y reducir los accidentes con la puesta en marcha de más de un centenar de medidas. El acuerdo, a aplicar entre 2007 y 2012, recoge la creación de los agentes sectoriales y territoriales de prevención encargados de velar por el cumplimiento de la Ley, figura que ahora rechazan las patronales, según Comisiones.


La variación interanual refleja que la falta de trabajo en la construcción frenó el drama en este sector, con 18 muertes menos, que desgraciadamente se desviaron a la agricultura, a la industria y a los servicios, con cinco, ocho y cinco fallecimientos más. En el análisis pormenorizado por ramas de producción destaca "transporte terrestre" con 28 fallecidos más, que elevaron su total de 74 a 102 siniestros mortales.


Canarias y C. Valenciana


En términos absolutos y por comunidades, la catástrofe más grave, con 125 vidas perdidas se dio en Andalucía y la menor, con seis, en Cantabria. Ambas cifras no están en sintonía con la población ocupada, puesto que donde más gente trabaja es en Cataluña y donde menos, en La Rioja. Canarias también destacó en la nefasta lista al superar en 20 (la subida más alta) los fallecimientos registrados en los meses de 2007. El luto cubrió asimismo las empresas de Castilla y León donde el aumento de la siniestralidad laboral se llevó por delante a 15 trabajadores más.


No obstante, la negativa evolución estatal dejó fuera a la mayoría de las comunidades. Hubo nueve que consiguieron frenar los accidentes mortales. El mayor respiro se produjo en la C.


Valenciana, con 14 fallecimientos menos. A continuación se situó Castilla-La Mancha y Aragón que presentaron totales inferiores en 13 muertos. Navarra, por su parte, mantuvo el mismo número de vidas segadas, con ocho trabajadores desaparecidos.


Otros siniestros


A los 716 fallecidos contabilizados dentro del centro de trabajo o por desplazamiento se añadieron 220 ocupados muertos "in itínere", es decir, en el camino de casa a la empresa o viceversa.


Este colectivo refleja un descenso de 56 desaparecidos en relación con lo ocurrido entre enero y octubre de 2007.


En total, en el periodo analizado, hubo 712.939 accidentes con baja durante el horario laboral, 75.040 menos que en el mismo periodo del año anterior. La variación de los siniestros graves y leves fue también positiva al pasar de 7.378 a 6.087 y de 779.885 a 706.136 damnificados, respectivamente.