SISTEMA FINANCIERO

La banca dispara sus comisiones un 15%

El cobro por los servicios y operaciones más habituales se ha incrementado casi cinco veces más que la inflaciónLas entidades tratan de compensar la caída de beneficios con este tipo de subidas.

La banca no se resigna a ver cómo su cuenta de resultados adelgaza. Las entidades financieras tratan de compensar, al menos parcialmente, la caída que por la crisis viene sufriendo el margen de beneficios de su negocio tradicional -tomar dinero por un lado y prestarlo más caro por otro- con un encarecimiento de los servicios que prestan a sus clientes. Las comisiones que cobra el sector por la veintena de operaciones más habituales se han incrementado una media del 14,67% en el último año; es decir, casi cinco veces más que la inflación registrada en España en ese periodo, que fue del 3,1%, según datos oficiales del Banco de España correspondientes al 31 de julio.

El aumento de esas tarifas se ha disparado proporcionalmente aún más en lo que va de ejercicio y amenaza con batir todos los récords. Desde enero pasado han escalado el 11,1%, mientras los precios acumulan un alza del 0,7%. O lo que es igual: las comisiones han multiplicado por quince el ascenso del IPC. Resulta significativo que en solo siete meses los bancos y cajas han elevado hasta en cuatro ocasiones sus cuotas por las tarjetas de débito y crédito, y tres veces las que aplican al mantenimiento de cuentas tanto corrientes como de ahorro.

Hasta que en el verano de 2008 estalló en España la crisis, lo habitual era que, entre repunte y repunte, los costes cargados a los clientes por los servicios y operaciones se mantuvieran estables durante varios meses. Sin embargo, desde julio de aquel año los aumentos han sido constantes, conforme la precaria situación económica ha salpicado a la actividad del sector. El crecimiento medio acumulado desde entonces es del 26,8%.

Transferencias e hipotecas

Las asociaciones de usuarios consideran desmedido ese encarecimiento y califican de «abuso» el registrado por algunas prestaciones concretas. Por ejemplo, la comisión abonada por transferencias nacionales se ha disparado nada menos que un 34,8% desde julio de 2010 al pasar de una media de 3,16 euros -el precio final depende del importe de dinero que se desee movilizar- a 4,26 euros. La tarifa por el estudio para la concesión de un préstamo hipotecario ha subido un 26% en el último año -de 105 a 132 euros de promedio- y un 21,3% la aplicada a la apertura de un crédito para el consumo. Las cifras varían en función de cada entidad.

La cuota semestral de mantenimiento de una cuenta corriente o de ahorro se ha incrementado un 19% en doce meses, mientras que la administración o adeudo de recibos ha subido un 11,4%. Algo menos, el 8%, ha aumentado el corretaje pagado de los descubiertos -'números rojos'- en cuenta, una situación que se ha multiplicado en los últimos tiempos por los apuros económicos de numerosas familias y empresas en un escenario de crisis como el actual. En cuanto a las tarjetas, el coste anual de las de débito se ha elevado un 18%, y aún más -el 21,5%-, la comisión por la retirada de dinero en cajeros de la propia red. Para disposición de efectivo en otras redes, el alza es de 'sólo' el 3%. Eso sí, mientras la tarifa media para el primer caso es de 0,96 euros, en el segundo se sitúa por encima de los 3 euros.

Reclamaciones

Además, ha crecido más de un 10% la cuota de mantenimiento anual de las tarjetas de crédito clásicas, que han pasado de 33,5 euros a rozar los 37, mientras la cobrada por retirar dinero en cajeros con esos 'plásticos' ha subido más del 9%.

La aplicación de estos incrementos en plena crisis irrita sobremanera a los usuarios. Estos pueden dirigir sus quejas y requerimientos, primero, a las propias entidades, bien intentando negociar la rebaja o anulación con su oficina o bien reclamando cobros que consideren indebidos a través de la figura del Defensor del Cliente, que todas las entidades están obligadas a tener. Y, en segundo lugar, ante el servicio de reclamaciones del Banco de España. No obstante, desde la propia institución monetaria se reconoce que «es muy difícil sancionar a una entidad por el cobro de una comisión porque suelen estar técnica y legalmente justificadas». Por eso, los clientes descontentos canalizan en muchas ocasiones sus protestas a través de las organizaciones de consumidores, que ven que la banca pretende sanear las pérdidas sufridas en sus balances por otros conceptos aumentando el cobro por todos sus servicios.