ENTREVISTA

Isidro Fainé: "Sobrevive el más fuerte y el que sabe adaptarse mejor al cambio"

Isidro Fainé, presidente de La Caixa, dirige desde su fundación en 1997 la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos.

¿Cuánto tiempo lleva preparando este V Congreso, 'Europa y España ante el reto de la globalización'?


Desde que terminamos el último congreso, a finales de noviembre de 2006, en Murcia. No hemos dejado de prepararnos en ningún momento. Con esto quiero decir que aprovechamos cualquier conversación, cualquier reunión, cualquier presentación para ir pulsando el sentir de los empresarios y de las empresas.


¿Qué espera de este encuentro?

 

Este congreso es una oportunidad más para compartir experiencias y para contrastar ideas en estos momentos de cambio, que siempre son, especialmente, de gran oportunidad. El objetivo es aportar una visión global -y también concreta- sobre cuál puede ser la evolución de nuestro papel en el mundo en los próximos años. No sólo sobrevive el más fuerte y el más inteligente, sino el que sabe adaptarse mejor al cambio con planes de acciones concretas.


¿Se darán recetas para que las empresas sepan mantenerse y posicionarse mejor en los mercados mundiales?


No existen ni recetas concretas ni tampoco fórmulas mágicas infalibles. Solo imaginación, trabajo y logros. En Zaragoza, trataremos de analizar las buenas prácticas e iniciativas empresariales, que son muchas.


¿Qué valores y conocimientos pueden aportar los directivos para hacer frente a la crisis?


Los requisitos en la situación actual pasan por los valores fundamentales de siempre como la prudencia, el esfuerzo, el rigor, la exigencia, la calidad, la transparencia, la honradez, el sentido de la responsabilidad, la integridad y la coherencia. Cada sector y cada momento ponen de relevancia algunos valores más que otros, pero no hay que olvidarse de ninguno y tener siempre presente las cuatro 'haches' del liderazgo: humildad, humanidad, honradez y humor.


Salir a vender fuera resulta carísimo y en este contexto internacional de bajada de ventas, la situación se agrava. ¿De qué pueden echar mano las empresas españolas para seguir conservando su posición de liderazgo en los distintos sectores?


Nos encontramos ante un entorno internacional excepcional que pondrá a prueba las capacidades y cualidades de empresarios y empresas. Ahora más que nunca hay que esforzarse para saber encontrar el camino por el que posicionarse en un mercado, avanzar en la cuota de ventas o abrir un nuevo destino de exportación. Pero hay que convencerse de que, aunque no es fácil ni barato, es posible. Centenares de millones de ciudadanos del mundo traspasan cada año el umbral de la clase media y requieren nuevos productos, servicios o atenciones para ellos y para sus familias. Es ahí donde el emprendedor debe estar; ésta es la lógica de la actividad empresarial.


Sin embargo, con la crisis, ¿es más difícil llevar la teoría a la práctica?


Es muy fácil escudarse tras los argumentos económicos de crisis pero es un error; siempre aparecerá alguna empresa que logrará anticiparse a una nueva y mayor demanda de un nuevo grupo de consumidores y compradores, y hay que procurar que sea la nuestra.


¿Qué pueden aportar al congreso personalidades políticas como Felipe González, Rodrigo Rato o Javier Solana?


La riqueza se encuentra en la diversidad del programa. Pretendemos que nuestra cita en Zaragoza aporte ideas nuevas, visiones alternativas para una mejor toma de decisiones y, fundamentalmente, un diálogo con líderes de opinión que nos permita tener una visión global del papel de nuestras empresas en el mundo. La internacionalización y la competitividad exigen mentes abiertas, globales y con una experiencia manifiesta -como lo son, sin duda, las de los nombres que plantea- y el diálogo con los mejores es la estrategia más indicada para conseguirlo.


¿Hasta cuándo cree que durará esta situación de crisis?


La coincidencia de una crisis financiera internacional con el fin del ciclo del sector de la construcción constituyen un impacto negativo para la economía española. Se cierra una prolongada etapa expansiva y se abre un periodo más complicado, de recesión, del cual es difícil ahora mismo anticipar cómo evolucionará. El término crisis es adecuado entendido en su doble significado de peligro y oportunidad: una oportunidad para evolucionar hacia un modelo de crecimiento más adecuado y sostenido para los tiempos de mercados competitivos e internacionalizados.


¿Nos esperan entonces dos años duros?


Es razonable esperar, como indica el propio ministro de Economía, Pedro Solbes, que hacia 2009-2010 recuperemos dicha senda de crecimiento. Sin embargo, varios factores externos influirán enormemente en la duración de esta fase de debilidad: precios de las materias primas, dinamismo de la economía internacional, crisis financiera global, política monetaria del BCE... Pero, al final, la suma de gestiones directas son las que siempre se convierten en el verdadero motor de un país.


Parece que en momentos de vacas flacas como el actual, lo primero que hace la dirección para dar salida a sus empresas es recortar personal. ¿Cree que de este congreso saldrán ideas para que no sea siempre así?


Como le decía al principio de la entrevista, el Congreso debe servir para realizar un pulsómetro de la clase empresarial, compartir experiencias y aprender de los demás. El programa es muy amplio y procuraremos tratar todos los asuntos que preocupan a los directivos y también a la sociedad en general.


Pero parece que al empleo le toca la peor parte, ¿no?


Evidentemente, los últimos datos conocidos sitúan la tasa de paro como una de las preocupaciones prioritarias, así que durante las jornadas será un asunto que se tratará con una sensibilidad especial. El directivo debe tomar medidas arriesgadas y sensatas para que la compañía vuelva a alcanzar la velocidad de crucero. Debemos ver el cambio como una oportunidad de futuro, para reinventar la empresa y optar por un crecimiento activo y no pasivo, que permita superar estos obstáculos.


Para reactivar la inversión, ¿cuáles son las claves en el panorama internacional?


Peter Drucker decía que la herramienta propia de los empresarios es la innovación. Este es el punto de partida de toda la actividad emprendedora, ya que es la forma de convertir el cambio en una oportunidad para crear un nuevo negocio o un servicio distinto. Por tanto, las necesidades de inversión vendrán determinadas por las innovaciones que se adopten en cada momento, en cada empresa. Las dificultades económicas y financieras que conlleva una situación de menor crecimiento económico tarde o temprano pueden resolverse, pero la decisión de invertir es finalmente del empresario, que es quien lee el mercado, escucha a los consumidores y entiende hacia dónde van los negocios.


¿Está convencido de que este congreso marcará un antes y un después a la hora de fijar una carta de soluciones para esta crisis?


No se trata de marcar un antes o un después sino de tener continuidad en nuestra manera de afrontar el día a día. Nos encontramos en una carrera de fondo, donde lo más importante es tener regularidad. Quizá, la que ha marcado un antes y un después en los mercados ha sido la crisis financiera internacional que está en proceso de solución.


¿No piensa que algunos directivos han cometido también errores y es el momento de tratar de corregirlos?


Desde el congreso también apostaremos por revisar el papel de los líderes. El líder, si de verdad lo es, lo es en todo momento, en tiempos de dificultades y de normalidad. Es entonces cuando de verdad se prepara una organización para los momentos de crisis. Si se ha hecho bien el trabajo en situaciones de normalidad, se está preparado para situaciones más complejas. En ese momento afloran las debilidades y las fortalezas, la visión estratégica o su carencia y la fortaleza de los valores institucionales.


¿Piensa que hace falta un nuevo marco u otra plataforma distinta para que los directivos sean más escuchados en nuestro país y tengan una mayor presencia en la sociedad?


Estas últimas semanas, a raíz de la crisis financiera, hemos comprobado cómo a los directivos, a los empresarios, a los ejecutivos españoles se les ha tenido muy en cuenta. Sus voces han sido escuchadas con atención y sus recomendaciones han sido tenidas en cuenta por el Gobierno y también por la sociedad. Por lo tanto, la presencia y la influencia en la sociedad de los directivos sigue creciendo. De todas formas, siempre se puede hacer más y la herramienta más importante con la que contamos para mejorar es el diálogo.


Para Zaragoza es muy importante tenerles a todos ustedes estos días aquí. ¿Por qué han elegido la capital aragonesa en esta edición del congreso? y ¿cómo ve el futuro de esta ciudad en materia de negocios?


Nos parecía una oportunidad inmejorable llevar a cabo el congreso aquí y poner la guinda, de alguna manera, al gran y exitoso año que ha vivido la sociedad a raíz de la Exposición Universal. Siempre se ha dicho que Zaragoza tenía un potencial inmenso, que su óptima situación la convertían en la ciudad del futuro; pues bien, para mí Zaragoza ha dejado de ser un proyecto para convertirse en una realidad.