OPEL

Iglesias no da "nada por perdido" y compromete el apoyo de Zapatero

El presidente del Gobierno español incluirá la venta de Opel en la agenda de su próximo viaje a Moscú, dice el titular del Pignatelli.De la Vega asegura que el Ejecutivo central tiene "una estrategia muy firme" para defender los empleos de GM España

Marcelino Iglesias habla de la nueva Opel, ayer en Zaragoza.
Iglesias no da "nada por perdido" y compromete el apoyo de Zapatero
dga

El presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, no da "nada" por perdido tras la decisión de General Motors de vender su filial europea, articulada en torno a Opel, a la compañía austriaco-canadiense Magna y ha comprometido el apoyo del presidente de España, José Luis Rodríguez Zapatero, a la planta de Figueruelas y, sobre todo, a sus trabajadores.

 

Tras pedir "prudencia y serenidad", ha insistido en que es necesario "no dar nada por perdido", puesto que aún no se conocen con precisión las condiciones de la venta, información que el Ejecutivo autonómico ya ha solicitado a la empresa compradora.

 

Cuando tenga en su poder estos datos, que incluyen el elemento positivo de que "GM no se va" del todo, puesto que conserva "un número importante de acciones", el Gobierno aragonés tomará "la decisión más conveniente" para apoyar a la planta de Figueruelas, siempre en "coordinación" con el Gobierno central, especialmente con el Ministerio de Industria.

 

Iglesias reveló que ayer mismo por la mañana había hablado con José Luis Rodríguez Zapatero quien, según ha dicho, incluirá este asunto en la agenda de su próximo viaje a Moscú, en donde participará el 14 de septiembre en la conferencia internacional sobre seguridad que se celebrará en Yaroslav (Rusia). Este anuncio tiene importancia porque el socio financiero de Magna es el banco ruso Sberbank, con una papel "importante" según Iglesias en el futuro de la compañía.

Larraz y Aliaga

Es al Gobierno central a quien le compete la relación con Alemania, precisó Iglesias, quien, sin embargo, destacó el papel protagonista que ha tenido su Ejecutivo en la negociación para garantizar el futuro de la planta zaragozana con la participación de algunos de sus consejeros (el de Economía, Alberto Larraz, y el de Industria, Arturo Aliaga) en las reuniones que en los últimos meses se han mantenido en Alemania y Bruselas.

 

El Gobierno aragonés, añadió, va a defender "todos" los puestos de trabajo (unos 7.500) de una factoría que es "la más eficiente y productiva" del grupo y que produce "muchos coches" que el mercado "acepta", motivo por el que se ha mostrado convencido de que las cosas "saldrán bien".

 

Iglesias mostró su deseo de que Magna, al elaborar su plan de reestructuración, tenga en cuenta la capacidad productiva de Figueruelas, planta que "nadie" ha planteado cerrar. También recordó que la propuesta de la empresa austríaco-canadiense prevé reducir empleo en "todas" las plantas de GM Europa, incluidas las de Alemania.

El Gobierno central

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró que el Ejecutivo tiene "una estrategia muy firme" para defender la planta de Opel en Figueruelas (Zaragoza) y afirmó que "lo vamos a hacer de acuerdo con los sindicatos".

 

En la misma línea, la vicepresidenta económica segunda, Elena Salgado, afirmó tras la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, que se conocen pocos datos sobre la venta de Opel a Magna y aseguró que el Gobierno trabajará para que las decisiones que tome el nuevo dueño obedezcan a la "racionalidad" ya que la planta aragonesa es "la más competitiva de la empresa en el mundo" y "merece una consideración especial". Salgado apuntó que el Gobierno trabajará con el Ejecutivo aragonés y los sindicatos para que esas conversaciones "permitan conservar los puestos de trabajo en España".

 

También hubo palabras desde el Ayuntamiento de Zaragoza. El vicealcalde Fernando Gimeno manifestó la preocupación del consistorio por la venta de GM de su filial europea por lo que supone para la ciudad, al tiempo que expresó su apoyo a los sindicatos y a los Gobiernos de España y Aragón.

 

"Estamos muy preocupados y coincidimos con la sensibilidad sindical pero vamos a estar muy pendientes y acompañando a la sensibilidad sindical y de las administraciones que tienen competencias para acompañarles", dijo Fernando Gimeno en declaraciones a los medios de comunicación.

 

Tras recordar que el Ayuntamiento de Zaragoza "no puede negociar" recalcó que "vamos a ir acompañando a las administraciones porque también afecta a la ciudad de Zaragoza". Así, recordó que aunque la factoría se ubica en el municipio de Figueruelas "muchos trabajadores de GM son de la ciudad y mucha industria auxiliar está en la ciudad por lo que también afectaría a la ciudad y estamos muy preocupados".

 

Por su parte, la Federación de Industria de Comisiones Obreras anunció que defenderá el mantenimiento del empleo y la carga de trabajo en la planta española de General Motors, aunque esperará a conocer el contenido total del acuerdo para tomar medidas concretas.

 

Para CC. OO., el objetivo prioritario es asegurar el futuro de la fábrica y para ello "es imprescindible la negociación de un plan industrial, la garantía de carga de trabajo y el mantenimiento del empleo". No obstante, este sindicato considera positivo el hecho de que haya ya un inversor, porque despeja las dudas sobre el futuro de la empresa en Europa.