AUTOMÓVIL

Iglesias y Forster firmarán un protocolo el día 26 para fijar las condiciones del aval a GM

Con su firma, el presidente de General Motors Europa tendrá que garantizar el mantenimiento de Figueruelas

Será finalmente el día 26 de mayo. Ese día, el presidente de GM Europa, Carl-Peter Forster viajará hasta la capital aragonesa para mantener una reunión con el presidente del Ejecutivo aragonés, Marcelino Iglesias, que permita despejar las dudas sobre el futuro de la planta de General Motors en Figueruelas.

 

Lo confirmó ayer el consejero de Economía, Hacienda y Empleo del Gobierno autónomo, Alberto Larraz, que explicó que en dicho encuentro está prevista la firma de un protocolo en el que se fijarán las condiciones para ejecutar el aval de 200 millones de euros aprobado el pasado mes de diciembre por las Cortes de Aragón para la planta zaragozana de General Motors.

 

Un acuerdo en el que el Ejecutivo de Iglesias se comprometerá a hacer efectivo el respaldo financiero siempre que GM Europa garantice "el mantenimiento de la factoría de Figueruelas y éste sirva para ejecutar las inversiones necesarias para la fabricación del nuevo modelo del Meriva", detalló Larraz. El consejero insistió además en que el Gobierno de la comunidad exigirá a Forster explicaciones para conocer a fondo cuál es el plan de reestructuración de la compañía.

 

El consejero aragonés se mostró cauto ante las diferentes posibilidades que surgen -casi a diario- para 'solucionar' la situación que vive el gigante automovilístico. Larraz recordó que "la última noticia" ha sido el rechazo mostrado por General Motors Corporation a la propuesta del Gobierno alemán de crear una empresa fiduciaria para proteger los activos de la plantas europeas ante la posible quiebra de la compañía en Estados Unidos. "Que esa entidad no tengan el apoyo de GM cambia ahora las cosas", dijo Larraz, que reconoció que si la multinacional entra en concurso de acreedores el proceso en Europa "se contaminará".

"La solución la tiene Detroit"

El consejero se mostró contundente al reiterar que, en cualquier caso y a pesar de los esfuerzos de los Gobierno de los países en los que existen plantas de producción, la última palabra la tiene General Motors Corporation que es la "dueña" de todas las plantas europeas. "Quien tendrá que dar la solución es la matriz. Dependemos de la central de Estados Unidos, independientemente de lo que podamos decir los gobiernos", reiteró Larraz.

 

Pero, en una cal y otra de arena, el consejero de Economía dejó entrever que confía en las posibilidades de encontrar una salida a la enquistada situación en la que parece encontrarse el futuro del fabricante estadounidense, que tiene de plazo hasta finales de mayo para presentar un plan que permita al grupo librarse de la insolvencia. "Alguna solución saldrá antes de que termine el mes", afirmó Larraz. El consejero incluso se mostró confiado en que aunque la matriz entrara en el capítulo 11 (suspensión de pagos) eso no significaría que Opel no pudiera salir adelante. Eso sí, "tendría que ser por otro camino", subrayó.

Reunión con la matriz

Por eso, el consejero aragonés anunció que el Gobierno autónomo "tiene interés" en reunirse con los responsables de General Motors Corporation. Una entrevista de la que Larraz no concretó fecha o lugar. Y, como ya había anunciado anteriormente, Larraz volvió a asegurar que tiene previsto reunirse también con los ejecutivos de Fiat, compañía italiana que pugna con la canadiense Magna, en la compra de Opel.

 

A pesar de que uno de los dos planes presentados por Fiat incluye la reducción del 50% de la producción de la planta de Figueruelas, el consejero Larraz aseguró que esta es la oferta que le parece "más seria".

 

Sin embargo, el consejero recordó que "hay que esperar a ver qué pasa", ya que la compañía italiana -como la canadiense- tienen de plazo hasta mañana para concretar sus propuestas y "entonces veremos si alguna de ellas sustancia un mecanismo para salir adelante" y dotar de liquidez a GM.