NEGOCIACIONES

Gobierno y sindicatos lamentan que "la intransigencia" de CEOE arruine el diálogo social

Una reducción de un punto y medio o de dos puntos en las cotizaciones que los empresarios pagan a la Seguridad Social por sus trabajadores no es suficiente para que el diálogo social (foro de debate y negociación entre Gobierno, patronales y sindicatos) termine en un acuerdo, según explicaron a primera e, las tres partes mantuvieron una nueva reunión. Públicamente, todos abogan por el pacto, pero la impresión del Ejecutivo y de los sindicatos al final del día era que "la intransigencia" de la patronal arruinará el proceso.


En ninguno de los encuentros participaron los máximos dirigentes de las organizaciones. Tampoco el jefe del Gobierno, Rodríguez Zapatero, acudió a las entrevistas. Las reuniones estuvieron dirigidas por los jefes del Gabinete del Presidente, José Enrique Serrano, y de la Oficina Económica, Javier Vallés.


Muy distinta a los criterios de los sindicatos y del Ejecutivo es la opinión de la patronal. Sus negociadores consideran que ha llegado el momento de adoptar medidas que bajen el coste del efecto trabajo. Insisten en que sus demandas desbordan los intereses de mayor competitividad que piden sus asociados y se orientan sobre todo a fomentar el empleo. Apuntan que la reducción de cotizaciones no necesitaría ninguna compensación financiera. La rebaja de ingresos se equilibraría con las aportaciones de los puestos de trabajo generados con la medida.


Papel


En la reunión de por la mañana, Moncloa concretó verbalmente su nueva oferta a los empresarios. En la propuesta del 13 de julio, en el apartado dedicado a la "reducción de cotizaciones", el Ejecutivo había escrito "(pendiente)". La propuesta, difundida de antemano pero no realizada oficialmente, era una reducción en torno a un punto y medio ó dos puntos. La iniciativa podría llegar hasta unos 7.000 millones de ahorro anual para las empresas, pero resultó insuficiente a todas luces para los representantes de CEOE, quienes también reclaman mejoras para las compañías de trabajo temporal y cambios que acaben con el absentismo. Pero no hubo escrito del Gobierno hasta la reunión tripartita.


Los sindicatos, por su parte, no son demasiado críticos con la oferta recibida sobre sus solicitudes. El Gobierno está dispuesto a conceder una ayuda económica de 420 euros al mes a los parados que han agotado la cobertura de desempleo. CC OO y UGT reclaman que ese programa económico, vinculado a formación, dure hasta que la crisis termine. Ambas centrales están mucho más preocupadas por lo que CEOE puede conseguir. Comisiones rechaza tajantemente que para poder firmar un acuerdo se bajen las cotizaciones empresariales en una cantidad que ponga en peligro el sistema público de protección.


Su secretario general, Ignacio Fernández Toxo, señala que "es un precio demasiado alto" que dejaría en números rojos las cuentas de Seguridad Social, con las que se atiende a 8,5 millones de pensionistas.


No obstante, todavía nadie ha tirado la toalla. Conscientes Gobierno, empresarios y sindicatos de que el interlocutor que primero se levante de la mesa de negociación será el aparentemente culpable del fracaso, todos permanecen sentados. Y, desde el Ministerio de Trabajo se subraya que "la esperanza es lo último que se pierde y que mientras hay negociación hay posibilidad de entendimiento".