OPEL

Gobierno central, DGA y sindicatos perfilarán el martes su estrategia

"Dudo mucho que el plan industrial de Magna salga adelante tal y como está", afirma Pedro Bona, líder de UGT en Figueruelas y miembro del comité europeo de GM

Representantes del Gobierno central, del aragonés y de los sindicatos se reunirán el próximo martes en Madrid para coordinar la estrategia a seguir para defender la posición de la planta de General Motors en Figueruelas y sus puestos de trabajo en la nueva Opel que surgirá tras la toma de control de la filial europea de GM por parte del consorcio que integran el grupo austriaco-canadiense Magna y el banco ruso Sberbank.

 

En la cita del martes, convocada por el Ministerio de Industria, no se sabe si estará el titular de la cartera, Miguel Sebastián, cuyas gestiones en favor de la factoría zaragozana han sido prácticamente nulas. Sí se prevé que esté la directora general de Industria del ministerio, Teresa Santero, y por parte de la DGA los consejeros de Economía, Alberto Larraz, e Industria, Arturo Aliaga. Los sindicatos estarán representados por miembros del comité de empresa de GM España y titulares de las federaciones del Metal de las centrales, como Luis Tejedor (UGT) y Salvador Salas (CC. OO.).

 

Fuentes políticas y sindicales consultadas ayer por este diario hicieron hincapié ayer en que el panorama está aún muy abierto, y que de momento lo único que hay es la decisión de General Motors de decidirse por el consorcio de Magna para convertirse en el socio mayoritario de la nueva Opel, si bien quedan muchos puntos que deberán ser negociados en las próximas semanas o incluso meses. Admiten, sin embargo, que el proyecto anunciado por Magna no deja a la factoría aragonesa en muy buen lugar.

Los costes en Alemania

"Dudo mucho que el plan industrial de Magna salga adelante tal y como está planteado", afirmó pese a todo Pedro Bona, secretario general de UGT en el comité de Figueruelas y representante de Zaragoza en el comité europeo de GM. Desde su punto de vista, es muy difícil que la empresa aumente la capacidad de producción en Alemania, donde los costes son mayores, en detrimento de países como España, con costes más bajos. En lo mismo abundó el consejero de Economía, Alberto Larraz, quien llamó la atención que medios de comunicación alemanes (como la revista 'Der Spiegel') se den cuenta de esa realidad y destaquen -en tono crítico hacia Alemania- que el centro de Figueruelas "es el más rentable y productivo de Europa".

 

Bona y Larraz destacaron también que la postura de los dos representantes del Gobierno alemán en la fiduciaria (uno se abstuvo y otro votó en contra de la venta a Magna) pone de manifiesto los riesgos que entrañan los proyectos del fabricante de componentes y sus socios rusos para la nueva Opel. Dirk Pfeil, delegado en el órgano que ha gestionado el negocio europeo de GM en representación de los 'Länder' alemanes, fue el que se abstuvo y Manfred Wennemer, enviado por el Ejecutivo alemán, fue el que votó en contra. Ambos se mostraron muy críticos al explicar las razones de sus decisiones. "Los enormes riesgos de esta operación recaerán en las espaldas de los contribuyentes", dijo Wennemer. "Si hubiera sabido que la sociedad fiduciaria tomaba decisiones políticas, yo no habría participado", apuntó por su parte Pfeil.

Críticas de CGT e IU

Por otro lado, la sección sindical de CGT en General Motors España celebró ayer una asamblea en la que se criticó la decisión de la multinacional de optar por Magna. La compra, indicaron, "supondrá el despido inmediato de 1.600 trabajadores en la planta de Opel en Figueruelas, así como una gran pérdida de condiciones sociales, económicas y laborales, y el cierre definitivo de la planta a corto o medio plazo". La asamblea acordó un plan de acción contra la firma del acuerdo definitivo, que será presentado en la próxima reunión del comité de empresa y que contempla movilizaciones.

 

La presidencia federal de Izquierda Unida, por su parte, aprobó ayer en Madrid por unanimidad una resolució presentada por Adolfo Barrena, líder de la formación política en Aragón, "en defensa del empleo en Opel, exigiendo alternativas y la implicación del Gobierno de Rodríguez Zapatero en la necesaria negociación que evite el plan industrial presentado por Magna que es avalado por el Gobierno alemán".