AUTOMOCIÓN

GM no trabajará mañana después de tres días de huelga y crispación en Lear Épila

El comité de la auxiliar denuncia la carga ¿a porrazos¿ de la Guardia Civil, que se saldó con dos detenidos, en una protesta para impedir el envío de asientos a la factoría de Figueruelas.

Agentes de la Guardia Civil, frente a los trabajadores concentrados ayer en la nave de Pedrola donde se guardaban asientos de Lear.
GM no trabajará mañana después de tres días de huelga y crispación en Lear Épila
ANDRéS

El conflicto por los despidos en la auxiliar del automóvil Lear Épila, que cumple hoy su tercer día de huelga de los siete previstos, lejos de solucionarse se recrudece y empieza a afectar a la cadena de montaje de General Motors, que no trabajará mañana como tenía previsto y no descarta recurrir a “paros técnicos” la próxima semana.


El comité de empresa de Lear “replanteó” y endureció ayer su propuesta en la negociación del expediente de regulación con el que la empresa quiere despedir a 78 trabajadores de los 331. En su cita con la dirección por la tarde elevó su petición de indemnizaciones a 85 días por año trabajado, muy lejos de los 49 días de la última propuesta de la empresa y de los 55 del propio comité que se negociaban hasta ahora en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA). El motivo, una intensa mañana en la que hubo hasta una carga de la Guardia Civil. CC. OO. consideró una “vulneración del derecho de huelga” que directivos de Lear estuvieran realizando labores de logística para seguir suministrando asientos a la planta de Figueruelas durante las jornadas de paro. La protesta por esta actividad en un almacén de Pedrola terminó con la intervención de los agentes antidisturbios. Dos trabajadores fueron detenidos por desórdenes públicos, atentado y resistencia grave a la autoridad, además de resultar heridos dos guardias civiles, según fuentes de la delegación del Gobierno.


“Estábamos delante de la puerta de la nave porque no queríamos que los camiones de Lear entraran o salieran. La gente se ha sentado y han empezado a caer porrazos por todos lados”, describió el presidente del comité, Isidro Agustín. “Hasta tres veces han cargado”, aseguraron desde CC. OO. Los dos detenidos, que fueron puestos en libertad por la tarde, tendrán que acudir hoy al juzgado.


“Lo único que han hecho es encrespar más el ambiente”, añadió Agustín. El enfado de los trabajadores se reflejó en la posterior asamblea en la que se decidió elevar la cuantía de las indemnizaciones en la propuesta que había de presentarse al SAMA. De esta forma, quieren que sirva para “posibles reestructuraciones de aquí a 2014” cuando la auxiliar tendrá que renovar su contrato con GM, explicó Celso Hornero, de la federación de Industria de CC. OO. El sindicalista afirmó que la plantilla teme por el futuro de la producción y tiene una “duda razonable” de si la compañía “tiene interés en seguir trabajando aquí”. La empresa estudiaba a última hora de ayer esta nueva propuesta. El día anterior la plantilla rechazó en asamblea un principio de acuerdo.


Corsas incompletos

Ante la falta de avances, la factoría de General Motors empezó a tomar medidas para “paliar” los efectos de la huelga en su proveedor de asientos para el Corsa. La dirección comunicó a la plantilla que no tendrán que acudir a trabajar mañana por la mañana, turno de recuperación que se realizará el próximo 11 de diciembre. Además, la multinacional no descartó tener que recurrir a “paros técnicos” -tienen pendientes tres de la bolsa de 25-, aunque la dirección no concretó cuándo se podrían colocar. Ayer, algunos corsas salieron de la cadena sin asientos, lo que obligó a estacionarlos en la campa de la factoría a la espera de que acabe la huelga, según fuentes sindicales. A GM tienen que entregarse 814 asientos diarios para el Corsa, aunque han llegado a ser 2.000 en meses de más trabajo, según fuentes sindicales. GM deseó que el conflicto “se solucione lo antes posible” y que la auxiliar y la plantilla “lleguen a un acuerdo lo más satisfactorio posible para ambos”, teniendo en cuenta el “impacto” de prolongar la protesta.