El grupo automovilístico General Motors cerrará la planta de Opel en la ciudad belga de Amberes, que cuenta con una plantilla de 2.300 trabajadores, en el marco del plan de reestructuración de sus operaciones en Europa.

Una fuente de la compañía indicó este miércoles que la multinacional norteamericana no revocará el planteamiento inicial de cerrar la factoría belga. "Reilly (director general de Opel) ha anunciado ahora que así se hará", añadió la misma fuente.

General Motors no ha comunicado oficialmente ninguna decisión sobre el eventual cierre de Amberes, si bien en distintos ámbitos se daba por segura esta medida, en el marco de un plan que supondrá la eliminación de más de 8.000 empleos y un recorte de la capacidad productiva del 20%.

La única posibilidad de supervivencia para la factoría de Amberes es la adjudicación de la producción de un todoterreno compacto, si bien Reilly es partidario de que este vehículo se fabrique en las instalaciones de GM Daewoo en Corea del Sur, donde trabajó en su anterior etapa como responsable de Operaciones Internacionales de General Motors.

Por su parte, un portavoz del Gobierno flamenco indicó que no hay ninguna novedad en relación con la situación de la fábrica de Amberes, al tiempo que reiteró el compromiso del Ejecutivo regional con asegurar un futuro para las instalaciones.