El verano, ¿un buen momento para emprender?

La época estival es sinónimo de empleo y oportunidades empresariales para aquellos negocios relacionados con el sector servicios.

Muchos emprendedores aprovechan el verano para impulsar sus proyectos.
Muchos emprendedores aprovechan el verano para impulsar sus proyectos.

Por fin ha llegado el verano y ya son muchos los trabajadores –o casi todos– los que están contando las semanas que les quedan para poder irse de vacaciones y tomarse el merecido descanso estival. No obstante, el verano también es sinónimo de empleo y de oportunidades empresariales para aquellos que esperan el momento de relax general para avanzar en sus propios proyectos.


Además, si el negocio está relacionado con el sector servicios, esta estación es la época perfecta para emprender ya que se puede encontrar una mayor demanda que ayude a impulsar el proyecto durante sus primeros meses de vida.


Un ejemplo de esto puede ser el sector hotelero, el de estética y belleza o el de dietética ya que son especialmente propicios durante los meses de verano. También puede resultar beneficioso un negocio relacionado con el sector textil ya que septiembre suele ser uno de los meses en los que más ropa suele comprar el consumidor.


Antes de emprender, hay que tener en cuenta que hacerlo en verano puede ser una buena decisión para abrirse hueco en el mercado en el que se enmarca el trabajo. Llegado septiembre se habrá recorrido parte del camino inicial que, sin duda alguna, es una de las partes más difíciles de cara a empezar un negocio.


Por otro lado, en la época estival hay muchas personas jóvenes deseando encontrar un trabajo donde puedan mostrar su valía y entrar en contacto con el mercado laboral. Ayudarán a sacar adelante la empresa durante los primeros meses y podrán aportar ideas frescas que revitalizarán la idea inicial. Además, podrán dar una visión más cercana de los gustos del público juvenil.


Del mismo modo, no debe olvidarse que, durante estos meses, los consumidores están más relajados y dispuestos a gastar dinero y a probar nuevos productos. Esto no solo puede marcar el número de ventas hechas en verano, también ayudará a conocer los hábitos de consumo de los potenciales clientes durante estos meses, lo que ayudará a crear o adaptar los productos a las demandas del consumidor.


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