Recomendaciones para afrontar los exámenes finales

Para afrontar la época de exámenes es fundamental seguir una serie de recomendaciones que favorezcan el aumento de la concentración y la memoriza.

Los estudiantes ven "insuficiente" la oferta de bibliotecas en la UZ en exámenes
Disponer de una buena mesa con luz es fundamental para poder estudiar.
Laura Uranga

Pasado el ecuador de mayo, comienza la carrera por aprobar todas las asignaturas del cuatrimestre. Aprovechar cada segundo es fundamental pues hay que recuperar el tiempo invertido en las terrazas de los bares, los parques y en alguna fiesta que otra. Y es que los resultados obtenidos en los exámenes de junio no solo son fundamentales para aumentar la media del expediente académico, también determinaran la calidad del verano de los estudiantes.


Además de la presión y los nervios que ocasionan estas pruebas, los estudiantes deben hacer frente a las altas temperaturas, a la falta de concentración y a las inmensas ganas por dejar a un lado los apuntes y disfrutar de la primavera. No obstante, es el momento de dar un último empujón y aprobar todos los exámenes y, para ello, es fundamental seguir una serie de recomendaciones que favorecen la concentración y hacen de la jornada de estudio algo más ameno.


En primer lugar, es fundamental encontrar un buen lugar de estudio, ya sea la biblioteca, la casa de algún amigo o el dormitorio. Este lugar debe estar muy bien iluminado para evitar la vista cansada y los dolores de cabeza, y también bien ventilado pues el calor es un enemigo fatal de la concentración. Con una mesa, una silla cómoda y una buena organización de las materias a estudiar, ya se tiene todo lo necesario para comenzar la jornada de estudio.


Para comenzar a memorizar, se recomienda empezar con los temas más sencillos ya que de este modo se conseguirá que la concentración y la capacidad para retener contenidos vaya en aumento. Hacer esquemas, leer en voz alta o escribir en un papel los puntos más complejos de lo que se está estudiando favorece el proceso de memorización ya que el estudiante está activo y asimila de forma más sencilla la información.


Para poder estudiar y estar más espabilado, la mayoría de los estudiantes recurre al té y al café, pero lo que muchos desconocen es que estas bebidas favorecen la deshidratación y esto puede deteriorar la función cognitiva, así como el rendimiento mental. Por eso, no debe olvidarse tener a mano una botella de agua de la que ir bebiendo durante la jornada de estudio.


Descansar es otro de los pilares esenciales del estudio para evitar la saturación y el agotamiento mental. Lo recomendable es una vez cada hora u hora y media, y nunca una pausa que supere los quince minutos ya que la vuelta a la rutina de estudio será mucho más dura. Además, la vuelta del descanso puede ser el momento ideal para ponerse a prueba y hacerse un pequeño control para asegurar los contenidos estudiados hasta el momento. 


A menudo, con el estrés de los exámenes, uno se olvida de hasta de comer. Esto es un grave error, y no solo porque la falta de nutrientes favorecerá la fatiga precoz, sino porque hay numerosos productos que ayudan a la retención de información y al rendimiento intelectual. Por ejemplo, los arándanos, muy ricos en vitamina C y en antioxidantes, ayudan a activar las enzimas protectoras del cerebro y mejoran la memoria.


Y, por supuesto, no hay que olvidarse de dormir las ocho horas recomendadas. Según el estudio del doctor Matthew Walker, de la Universidad de California, publicado en 2010, los recuerdos de los hechos del día se almacenan temporalmente en el hipocampo –área identificada hace tiempo como importante en la memoria– para después ser enviados a la corteza prefrontal, que dispone, probablemente, de más capacidad. O lo que es lo mismo, el sueño limpia la memoria a corto plazo y deja sitio libre para más información.


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