Cómo aprobar los exámenes de junio de una forma diferente

Estar pegado todo el día a los libros agota, por eso hay que buscar nuevos métodos que ayuden a memorizar y a no perder la concentración.

La biblioteca María Moliner de la Universidad de Zaragoza durante uno de los periodos de exámenes.
La biblioteca María Moliner de la Universidad de Zaragoza durante uno de los periodos de exámenes.
Laura Uranga

La época de exámenes acecha ya los calendarios de los estudiantes que, agotados por el peso de un curso entero y con la tentativa de salir a la calle a gozar del buen tiempo, hacen un último esfuerzo para intentar memorizar los cientos de páginas que se acumulan al final de cada cuatrimestre.


Estudiar con amigos, leer cinco veces cada párrafo o reescribir los apuntes suelen ser algunas de las técnicas más usadas pero la monotonía de la repetición y la falta de ganas no siempre son buenos acompañantes en la recta final del curso donde, si se quiere disfrutar de un verano pleno, es necesario dar un último empujón.


Para ello, existen técnicas menos convencionales que pueden facilitar el estudio y hacerlo más ameno, ya que al romper con la rutina se da dinamismo a la labor y se recuperan unas fuerzas más que necesarias para cumplir con los objetivos. Eso sí, una recomendación: algunas de estas técnicas no son aptas para practicarlas en la bibliotecaCinco técnicas curiosas para memorizar en exámenes

Recordar el contexto del estudio con gestos. Ya se sabe que una técnica buena para recordar conceptos es estudiar en voz alta, el problema aparece cuando se pierde el hilo de la lección. Es entonces cuando se debe hacer un gesto que evoque la palabra que tanto suplicio conlleva recordar. Al principio es obligatorio hacer el gesto y según se vaya repitiendo este se hará innecesario, ya que nuestro cerebro hará que veamos la imagen sin necesidad de llevarla a cabo y la asociará rápidamente con la información que se olvidaba. Convertir la lección en canciones. Cuando se atraganta la memorización de algún concepto, el cerebro se bloquea y seguir estudiando parece prácticamente imposible. Sin embargo, al salir de la biblioteca y caminar hacia casa se es capaz de recitar hasta la última letra de las canciones del móvil. Y es que las canciones aprovechan algunas estrategias para permanecer por más tiempo en la mente gracias al ritmo, la rima y el sonido similar. Esto genera cierta armonía que es posible retener en la mente con menos esfuerzo. Unir el temario con alguno de los hits favoritos puede ayudar a retener aquellos temas que se resistan. Técnica 'pomodoro'. Esta técnica fue creada en los 80 por el emprendedor Francesco Cirillo y trata de conseguir que se logren tantas tareas como sea posible en la menor cantidad de tiempo, manteniendo un nivel de concentración alto. El proceso es sencillo ya que solo hay que seguir las siguientes pautas: estudiar durante 25 minutos y descansar cinco (es lo que se conoce como 'pomodoro y debe realizarse cuatro veces'). Acabada la serie, descansar quince minutos y hacer una actividad totalmente diferente al estudio, ya sea caminar, ver la tele o bailar. Masticar chicle. Está demostrado que mascarlo ayuda a aliviar la ansiedad, a mejorar el estado de alerta, a aumentar la concentración y a reducir el estrés. Es más, después de masticar chicle, los niveles de cortisol (la hormona del estrés) en la saliva se reducen hasta un 16%, pudiéndose aumentar considerablemente el rendimiento cerebral a la hora de desarrollar ciertas actividades, como por ejemplo el estudio. Estudiar con música. Es todo un mito entre los estudiantes que si uno se graba leyendo el temario y lo escucha mientras duerme, al día siguiente no habrá ni una frase que no haya memorizado. Pero esto no es cierto. Lo que sí lo es, por el contrario, es que dormir con música ayuda a reactivar determinados circuitos cerebrales asociados con la memoria y ayuda a fijar recuerdos relacionados con dicha melodía. Cuando se estudia hay que elegir una canción suave que acompañe; y antes de irse a dormir, programar el teléfono para que, una vez se esté dormido, comience a sonar la música escuchada durante el estudio. Un consejo, es recomendable que la música no suene en exceso ya que si no, lo único que pasará es que uno se puede despertar.