AGRICULTURA

Espinosa atribuye el ascenso de la D.O. Borja al esfuerzo de los viticultores

La ministra de Agricultura visitó las bodegas de la Denominación de Origen y destacó su fuerte desarrollo en los últimos años

La ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación, Elena Espinosa, reconoció este jueves el esfuerzo de los viticultores de la Denominación de Origen de Campo de Borja, un sello que crece "día a día en calidad" y que ha conseguido "encajar" en los gustos del consumidor nacional y extranjero.


La ministra recordó que esta Denominación de Origen no era conocida hasta hace pocos años, un logro que atribuyó al trabajo de agricultores, viticultores y la propia D.O. Campo de Borja.


Para que España se posicione como primer productor mundial de vino, señaló Espinosa, el sector debe elaborar "iniciativas innovadoras" como la organizada hoy por el Consejo Regulador de la D.O. de Campo de Borja, que preparó una jornada de puertas abiertas en el Museo del Vino del Monasterio de Veruela destinada a niños, y que contó con la presencia de la ministra.


Este sello, explicó, es un claro ejemplo de las líneas de actuación incluidas en la Estrategia del Vino 2010, un documento que incide en la ejecución de iniciativas variadas para promocionar el vino español, como son la creación de museos interactivos, actividades educativas o la iniciación de los jóvenes en lo que significa la cultura del vino, más allá del consumo.


La ministra también consideró positivo la reciente reforma de la Organización Común de Mercado (OCM) del vino, cuyo texto final será ratificado en Bruselas hacia marzo, que reconoce por primera vez el sello de denominación de origen.


Contempla, asimismo, acciones promocionales e iniciativas en campos como la investigación y el desarrollo, el apoyo a las bodegueros jóvenes o el enoturismo, recordó.


Más de la mitad de la producción de Campo de Borja se ha destinado a mercados extranjeros, con Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Dinamarca, Suecia y Holanda, como principales destinos.


A pesar de esta "fuerte penetración", el consejero aragonés de Agricultura, Gonzalo Arguilé, consideró que todavía queda "mucho trabajo que hacer" para dar a conocer la calidad de los vinos de la región.


Por otro lado, consideró un "acierto" ubicar el Museo del Vino de la D.O. Campo de Borja en el Monasterio de Veruela, ya que será un elemento más de atracción turística para este paraje.


Confesó su particular "cariño" por la D.O. Campo de Borja, ya que sus vinos ponen el acento en la variedad de uva garnacha, característica de Aragón, y que supone un 75 por ciento del total de la producción vinícola de la zona.


"Es como una identidad de la propia denominación y de los vinos aragoneses, no de los que se hace ahora, sino de los que se hacían hace mucho tiempo. Es una uva que se ha descubierto que tiene una gran calidad, y de ahí salen esos vinos tan armoniosos", subrayó el consejero.