EMPRESAS

Española, autónoma y del sector servicios, es el perfil de la empresaria en Aragón

Las mujeres que dirigen empresas en Aragón son predominantemente españolas, autónomas o gestionan empresas pequeñas de menos de cinco empleados y el sector servicios es el más elegido para desarrollar su actividad, especialmente el comercio.


Estas son las principales conclusiones del estudio 'El empresariado femenino en Aragón', realizado por el Instituto Aragonés de la Mujer (IAM), en colaboración con la Universidad de Zaragoza, que ha presentado la directora del IAM, Rosa Borraz, y la coordinadora del proyecto de investigación, Isabel Brusca.


El objetivo de este trabajo, que ha contado con una financiación de 18.000 euros, es plasmar la situación actual de las mujeres empresarias en Aragón, recoger sus motivaciones a la hora de emprender un negocio y analizar los inconvenientes a los que tienen que hacer frente para llevar a cabo su empresa en un "entorno masculinizado", ha señalado Borraz.


Para ello, se localizaron 713 empresas aragonesas dirigidas por mujeres, a través de la base de datos de la compañía Sabi, y se distribuyeron los cuestionarios, que finalmente, fueron contestados por 373 empresarias, lo que constituye la base del estudio.


Los datos extraídos de estas encuestas no corresponden al número total de empresarias aragonesas, debido a las "dificultades" de encontrar un censo en el que estén registradas, pero el porcentaje aportado es "representativo" de la situación, ha indicado Brusca, quien ha añadido que, en el ámbito nacional, sólo el 30 por ciento de las empresas pertenecen a mujeres.

Jóvenes y universitarias


Las mujeres empresarias en Aragón son de nacionalidad española; la mayoría, 70 por ciento, tiene menos de 44 años, y un 40 por ciento posee títulos universitarios, además de un interés por continuar formándose por medio de cursos específicos.


El 20 por ciento de las mujeres que crean una empresa lo hacen en el momento de incorporarse al mercado laboral, probablemente, como una forma de autoemplearse, ha destacado Brusca.


Entre las empresas creadas por las mujeres, predominan las individuales, ya que el 45,8 por ciento son autónomas, y las pequeñas con menos de cinco empleados; sólo el 16,5 por ciento por ciento superan este número, según el estudio.


El 60 por ciento de estas empresas tienen más de cinco años de antigüedad y un 37,5 por ciento tienen más de diez años, por lo que se trata de compañías "consolidadas", y su actividad se centra en el sector de los servicios, en el que destaca el comercio, que reúne el 31,2 por ciento, ha apuntado la coordinadora del estudio.


Los principales inconvenientes que encuentra la mujer empresaria son la financiación y los trámites burocráticos, y no tanto la discriminación por razón de sexo, porque, según sus respuestas, no se sienten discriminadas a la hora de pedir financiación a las entidades bancarias, ni en la relación con sus clientes, pero sí tienen la percepción de que "si hubieran sido hombres, las cosas habrían sido más fáciles".


La conciliación de la vida laboral y familiar es otro de los obstáculos importantes para el 25,8 por ciento de las empresarias, mientras que para el 37 por ciento no lo es, aunque hay que tener en cuenta que el 47,3 de las encuestadas no tienen hijos pequeños en su domicilio familiar.


Las razones que llevan a una mujer a crear una empresa tienen que ver, en parte, con la conciliación de la vida laboral y familiar, porque así disponen de "cierta flexibilidad" para atender a sus hijos, además de poder trabajar en un campo "atractivo" para ellas, ha comentado Borraz.


El estudio ha permitido conocer la realidad del empresariado femenino en Aragón, de forma que constituye ahora una herramienta para redirigir y enfocar las políticas públicas, y en concreto la del IAM, para apoyar a la mujer empresaria, ha concluido.