MERCADOS

España tranquiliza a la city

Los responsables de Economía subrayan la credibilidad del ajuste proyectado.

Los responsables de la economía española intentaron ayer calmar a los compradores de deuda de la City financiera de Londres y a su medio de comunicación más influyente, el 'Financial Times', mediante dos exposiciones de la situación y de los planes del Gobierno que fueron bien recibidas.


La vicepresidenta segunda del Gobierno mantuvo un encuentro 'off the record' con responsables y periodistas del diario más influyente entre las élites económicas y políticas europeas, en el contexto de comentarios editoriales y artículos de sus columnistas que han subrayado en las últimas semanas los problemas en la zona euro.


Mientras tanto, en un hotel de la City, el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, y la directora general del Tesoro y la Política Financiera, Soledad Núñez, analizaron la situación y los planes del Gobierno ante más de cien representantes de instituciones del mercado de capitales, en el acto anual de presentación del calendario de emisiones de títulos de deuda.


"Clara y sucinta", fueron los adjetivos que utilizó para calificar la disertación el vicepresidente del Citigroup, Michel R.


de Carvalho, responsable de banca de inversión y global y creador de mercados de los títulos españoles. Y fue frecuente que los congregados en la sala agradeciesen la calidad de la presentación.


Campa describió los rasgos estructurales de la economía española para combatir el nerviosismo que pudieran suscitar sus expectativas de futuro. Subraeo es chocante, lo cierto es que duplica a la tasa anterior a la crisis, la misma evolución que se ha producido, por ejemplo, en Estados Unidos. Con la diferencia de que, en sus momentos más bajos, el desempleo norteamericano ronda el 5%, y el español quedó por debajo del 10%. Diferencias que cabe atribuir, en parte, a las diferencias estructurales de las dos economías, y a los distintos sistemas estadísticos.


El derrumbe del sector de la construcción es la causa principal de ese fenómeno y también del descenso en ejercicios anteriores de la productividad laboral. En ese contexto, Campa señaló que la diferencia española con respecto a otras economías es que hay un sector- el de la construcción- que tendrá que cambiar de actividad en la salida de la crisis. Las cifras de inversión privada en bienes de equipo o de inversión pública, la proporción de mercancías y servicios españoles en el comercio internacional indican que hay otros sectores empresariales vigorosos, argumentó.


Ajuste creíble

"La crisis exige un ajuste drástico", dijo Campa. El déficit del sector público se va al 11,4% este año mientras el ahorro del sector privado se mueve desde una proporción negativa del 11% en 2007 al 6,5% del en el último ejercicio. El objetivo del Gobierno es reducir el déficit al 3% en 2013, con una deuda bruta del 74% del PIB.


Las nuevas medidas del Gobierno contemplan un recorte adicional de 0.5% en el gasto del Gobierno central y de las administraciones autonómicas y un plan de austeridad del Gobierno central que reduce el gasto el 2,6% en 2011-13. Campa recordó en este aspecto que si se reemplaza el 10% de los funcionarios públicos que se jubilan en ese período (un 7% del total) las proyecciones se cumplen.


"Somos un país comprometido con el euro y con el Pacto de Estabilidad y Crecimiento", dijo el secretario de Estado y señaló, a preguntas del auditorio, que las diferencias en el pronóstico sobre el crecimiento entre el Gobierno español y el FMI son muy pequeñas- "no son significativas como para cambiar de política", dijo- pero si no se cumplieran el Ministerio afrontaría los recortes adicionales que fuesen necesarios para cumplir sus objetivos.


Tras la exposición adicional sobre los planes de emisión de deuda por parte de Núñez, De Carvalho dijo que "la situación no es fácil, pero lo que han expuesto me llena de confianza". Philip Wann, de Augustus, una sociedad de gestión de activos, señaló que había sido convincente, si bien avanzaba los riesgos que se medirán ante la próxima emisión de títulos: la posible contestación social a los recortes y las condiciones del mercado, nervioso sobre el futuro del euro.