España, apoyada por tres países más, ha pedido al Consejo de Ministros de la Unión Europea (UE) que se mantengan las normas actuales para la comercialización de frutas y hortalizas, frente a un proyecto de Bruselas para reducirlas.

La ministra española de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, ha expresado su preocupación por una propuesta comunitaria que rebajaría de 36 a 10 las reglas para comercializar los productos hortofrutícolas, según informaron fuentes comunitarias.

Francia, Italia y Hungría han respaldado los argumentos de España, según las fuentes.

España e Italia han subrayado que ese recorte de normas creará problemas y repercutirá en que disminuya la calidad. Sin embargo, la comisaria europea de Agricultura, Mariann Fischer Boel, ha contestado que esa reducción de normas entra dentro de la "simplificación" acordada por los países de la UE cuando hace cerca de un año, en junio de 2007, pactaron la reforma del mercado de frutas y hortalizas.

La ministra española ha reclamado que se mantenga "el espíritu político" que permitió aprobar dicha reforma y ha remarcado que las reglas de comercialización constituyen un elemento "fundamental" en la ordenación de la oferta, pues "garantizan las transparencia de las operaciones comerciales".

Esto redunda, según Espinosa, en beneficio de los productores y también de los consumidores. España ha pedido "que no se vacíe de contenido lo relativo a las normas de comercialización", que deben asegurar "tres objetivos": obligatoriedad para todos los operadores, reglas para el mayor número de productos y una regulación genérica "amplia" para otorgar garantías a los productores y a los ciudadanos.

En España, la Interprofesional de Frutas y Hortalizas de Andalucía, Hortyfruta, remitió la semana pasada un escrito a la Comisión Europea (CE) de rechazo a la propuesta para suprimir 26 normas sobre la calidad de las frutas y hortalizas, pues el sector considera que perjudicará al consumidor y al productor.