EMPRENDEDORES

El valor del (joven) empresario

La Asociación de Jóvenes Empresarios de Aragón celebró su 20º aniversario reivindicando la importancia del papel de los emprendedores en la sociedad. Un Marcelino Iglesias muy político celebró su victoria.

El 'cambiólogo' Julián Trullén, durante su intervención en el acto de AJE Aragón, ayer.
El valor del (joven) empresario
TONI GALáN/A PHOTO AGENCY

Uno se sorprende, a estas alturas de la vida, que haya que llamar la atención sobre la importancia del papel que tienen en la sociedad los empresarios. Pero parece que nunca está de más. Quizás hay que recordar, una y otra vez, que son las empresas las que crean empleo -aunque también lo hagan las administraciones- y que detrás de cada empresa ha habido siempre un emprendedor. O muchos. El acto de celebración de los veinte años de vida de la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE) de Aragón, ayer en Zaragoza, sirvió para reflexionar sobre todo esto, para reconocer a quienes han apoyado a la organización en este tiempo y para escuchar el discurso del presidente del Gobierno aragonés, Marcelino Iglesias, próximo 'número tres' del PSOE, quien defendió -como no podía ser de otra forma- las actuaciones del presidente del Ejecutivo central, José Luis Rodríguez Zapatero, para hacer frente a la crisis.


"Soy empresaria y no me arrepiento de serlo", dijo la presidenta de AJE Aragón, Pilar Andrade, al inicio de su discurso en lo que parecía casi una justificación. "El que nos quiera enfrentar con la sociedad, se equivoca", apuntó también, dejando entrever que en algunos ámbitos se cuestiona la actuación de la clase empresarial. Con trayectoria anterior en el asociacionismo de los autónomos y experta en seguros, la mujer que representa a los jóvenes emprendedores de Zaragoza desde 2008 tras sustituir en el puesto a Antonio Rébola, de Panishop, se mostró convencida de que la sociedad "necesita hoy más que nunca liderazgo y proyectos". Pidió a todos "ser más valientes en la presentación de nuestras ideas" y lamentó que "hoy no percibimos un cambio de mentalidad que valore el papel del empresario".


El presidente Iglesias respondió a Andrade que es verdad que "al inicio de la transición, los empresarios tenían muy mala prensa", pero aseguró que eso está ya "muy lejos de nuestra realidad". El jefe del Ejecutivo aragonés dijo que "nadie puede pensar en una economía moderna sin empresarios", a quienes reconoció que realizan "una actividad de riesgo".


El "hombre de portada"

La llegada de Marcelino Iglesias había generado cierta expectación. Quizás no hubiese sido así en otros momentos, pero sí lo fue en esta ocasión porque -como dijo la presentadora del acto- ayer "era un hombre de portada". Y de portada nacional, lo que sí es especialmente novedoso. El 'número uno' de la DGA había sido designado el día anterior como futuro secretario de Organización del PSOE. Secretario nacional, es decir, el que tendrá que dar la opinión de los socialistas españoles sobre cualquier cosa como ha hecho hasta ahora su antecesora en el puesto, la nueva ministra de Sanidad, Leire Pajín.


Empezó Iglesias su discurso en el acto de AJE, como había hecho en otros actos de este tipo, con frases generales e incluso absurdas -"ser joven es muy importante, que se pasa, pero es importante"-, para acabar cogiendo carrerilla y hablar de las crisis económicas. Las de años anteriores y la actual. La guerra del Yom Kippur y sus consecuencias en los precios del petróleo, la crisis "industrial y bancaria de los años 80", la de los años 92 y 93 -"en los que también superamos el 20% de paro", recordó- y "la primera crisis global", que nos ha llevado a donde estamos hoy.


El presidente aragonés defendió la actuación de su 'jefe' Zapatero tanto por las medidas adoptadas como por el momento en el que las anunció. "Los ajustes de hoy son la semilla del crecimiento del mañana", aseguró. "La crisis griega de mayo fue la que obligó a un cambio de timón", añadió en referencia al giro experimentado por la política del Gobierno de ZP que con tanta vehemencia han criticado los sindicatos.


Más allá de la política y las reivindicaciones de AJE, el acto de ayer sirvió para repasar la trayectoria de la organización, con la que "queríamos cambiar el mundo", según Antonio Bustos (presidente de 1994 hasta 2005) y destacar la importancia de la felicidad en las empresas, según expresó Julián Trullén, consultor que se definió como 'cambiólogo'.