FORMACIÓN

El trabajador ideal

Cuatro empresas aragonesas -Pikolin, Balay, Saica e Imaginarium- debatieron ayer sobre la importancia del capital humano en la competitividad

Es suficiente la nómina para que el empleado se sienta comprometido y feliz de trabajar en su empresa?, ¿cómo retener el talento?, ¿cuál es el perfil del buen empleado?, ¿son los idiomas imprescindibles para hacer carrera profesional? ¿los valores de las nuevas generaciones son adaptables a la empresa? ¿cómo impulsar la necesaria reforma de la formación profesional? A estas preguntas trataron de responder ayer los directores de Recursos Humanos de Pikolin -Miguel Marzo-, BSH Electrodomésticos -Enrique Novella-, Pilar Franca -Saica- y Francisco Loscos -Imaginarium-, que participaron en una mesa redonda en la sede de la Cámara de Comercio de Zaragoza (en el Simposio de Formación celebrado por el Consejo Superior de Cámaras de Comercio).


Cada cual aportó su particular visión, aunque se mostraron de acuerdo en varios puntos de partida. A saber: lograr el compromiso y la implicación del trabajador con la empresa es fundamental. Para lograrlo, las condiciones salariales son esenciales, pero no el único factor que cuenta; el buen clima laboral, mantener una relación próxima y de confianza con los compañeros y los jefes son elementos que ayudan a mantener el talento en las empresas.

Perfiles profesionales


En cuanto al perfil de los empleados que buscan, los ponentes explicaron que junto a la preparación académica y técnica (que se les presupone a los candidatos a un puesto de trabajo) valoran aspectos como la capacidad de trabajar en equipo (y en equipos interculturales, apostilló Novella); de saber 'leer' el mundo en el que viven (leer en sentido amplio -dijo Loscos- su entorno, el mercado...); de interrelacionarse y ser capaces de aprender (Marzo). Franco hizo referencia, por su parte, a la nueva escala de valores de las nuevas generaciones e hizo hincapié en la dificultad que aún encuentran las empresas para facilitar que sus trabajadores concilien la vida laboral y profesional, un factor que empieza a situarse entre los aspectos que cuentan a la hora de aceptar o abandonar un trabajo.


Por último, los cuatro responsables de RR. HH. se mostraron de acuerdo en que es necesario "valorizar" la formación profesional y que es esencial potenciar la formación práctica.