FINANZAS

El Tesoro coloca 2.500 millones en letras, pero sube más de un tercio su interés

Los expertos insisten en que la subida del rendimiento es síntoma de la desconfianza del mercado.

El Tesoro Público adjudicó ayer 2.513,48 millones de euros en letras a doce y dieciocho meses, y subió más de un tercio su rendimiento, que pasó del 2,450% al 3,520% para las letras a un año y del 2,747% al 3,790% para las de un año y medio, según los datos facilitados por el Banco de España.


Los expertos dan por bueno el resultado de la puja debido a la fortísima demanda, que ha superado los 6.800 millones de euros, de los cuales 1.990,52 millones de euros correspondieron a letras a un año, frente a los 4.444 solicitados, y 522,96 millones en letras a dieciocho meses, de los 2.372 millones que pidieron las entidades.


Para José Carlos Díez, analista jefe de Intermoney, el Tesoro español tiene un problema de precio pero no de cantidad, lo que es "muy diferente al resto de países con los que nos comparan", y recordó la bajísima demanda que obtuvo la última subasta de deuda que celebró Portugal.


Aunque reconoció que la subida del rendimiento es un indicador de la desconfianza que aún impera en los mercados, recordó que "pocas veces habrá oportunidades de financiarse con tan poco riesgo y tan elevada rentabilidad", en referencia a la más que probable alta demanda efectuada por los bancos españoles.


El efecto de la puja en la bolsa española fue, sin embargo, algo descorazonador, ya que su principal indicador, el Ibex-35, perdió el empuje alcista de la apertura y se apuntó el mayor descenso entre los índices europeos, cercano al 0,80%. También la prima de riesgo acogió con desconfianza la subasta y pasó de los 252 puntos básicos de la apertura a 260.


Por otra parte, el Banco Central Europeo estudia llevar a cabo una ampliación de su capital social para hacer frente a posibles pérdidas por el programa de compra de bonos con el que apoya a los países con problemas de financiación. Medios alemanes informaron ayer de que Alemania, que tiene la mayor participación en el capital del BCE, apoya la propuesta, aunque el presidente del regulador, Jean-Claude Trichet, rehusó comentar esta posibilidad.