CAJA DE AHORROS

El SIP de la CAI no emitirá cuotas participativas

El grupo financiero -que estará operativo el 1 de enero de 2011- surge con vocación de defender el modelo de cajas, su naturaleza jurídica y su compromiso con la Obra Social.

Carrasco, Pemán y García Toledo, durante la rueda de prensa de ayer.
El SIP de la CAI no emitirá cuotas participativas
PEDRO ETURA/A PHOTO AGENCY

El nuevo grupo financiero surgido tras la fusión 'fría' de Caja Inmaculada, Caja Círculo de Burgos y Caja Badajoz nace con la firme voluntad de no emitir cuotas participativas -"ni nos hacen falta, ni las queremos", aseguró ayer tajante el presidente de la caja aragonesa, Juan Pemán- y con la vocación de seguir operando como cajas de ahorros, manteniendo "la esencia y el ADN" de este modelo, avanzó.


Pemán -junto al director general, Luis Miguel Carrasco, y al director general adjunto, Juan Antonio García Toledo- explicó ayer los pormenores del SIP (Sistema Institucional de Protección) que fue ratificado el jueves por las asambleas generales de las tres entidades de ahorros que lo conforman. Los responsables de la CAI mostraron su satisfacción por el pacto alcanzado y aseguraron que están convencidos de haber acertado, ya que unirse a Caja Círculo y Caja Badajoz les refuerza (desde el punto de vista de la solvencia, la liquidez, la eficiencia y los resultados) sin perder sus señas de identidad.


Para el presidente de la CAI, todas estas ventajas, "las sinergias que va a generar y el ahorro de costes que va a permitir el SIP", compensan la pérdida de autonomía, la menor capacidad de decisión que la caja de ahorros aragonesa tendrá a partir de ahora, en aspectos que el SIP considera 'sensibles', en decisiones de calado estructural, y que, para ser puestas en marcha, requerirán de la unanimidad de las tres cajas. Entre estos temas, Pemán y Carrasco citaron la entrada de nuevos socios en el SIP o la salida de los que ahora lo conforman, el traslado de las sedes, las modificaciones esenciales de los estatutos, la elección del auditor y por supuesto, la emisión de cuotas participativas o las ampliaciones de capital. También requerirá de la unanimidad de los tres socios las inversiones de riego que sobrepasen un determinado nivel (aún por determinar).


No recurrirán al FROB


Pemán recordó que el SIP creado no va a necesitar recurrir al FROB (Fondo de Reestructuración de Ordenación Bancaria) y reiteró que tampoco va a exigir un recorte dramático ni de empleos ni de oficinas: "Tenemos una complementariedad geográfica clara", dijo. Esto se traducirá en un excedente laboral total (teórico) de 273 trabajadores, cifra que en la práctica será menor (y se aproximará a los 234 empleados), ya que, según explicó Carrasco, en los próximos tres años, de manera natural, habrá empleados que cumplan la edad legal de jubilación. En el caso de la CAI, la cifra que se baraja de prejubilaciones es de 97 trabajadores. En cuanto a la red de oficinas, Caja Inmaculada no tiene previsto "tocarla".


Por lo que respecta al efecto que va a tener esta fusión 'fría' para los clientes de la CAI, Pemán dijo que "no la van a percibir. Se mantiene la marca, las oficinas... no van a notar que la caja de toda la vida se haya transformado". Los efectos serán más sutiles e internos: "Los empleados tendrán una gran estabilidad -dijo- porque formarán parte de una estructura sólida y con un futuro esperanzador".


En cuanto al SIP como tal -una sociedad anónima, un banco del que serán propietarias las tres cajas de ahorros- aún no tiene un nombre definitivo, aunque los dos socios de la CAI se refieren a ella como Grupo Caja 3 o Banco Grupo Caja 3. Esta sociedad, con sede social en Zaragoza, concentrará el negocio mayorista, la tesorería de las tres cajas, mientras que el negocio minorista seguirán desarrollándolo las tres entidades.


Equilibrio de poder


Carrasco destacó el equilibrio logrado por las tres entidades en los órganos de gobierno y recordó que, como punto de partida, las tres decidieron que ninguna tuviera más del 50% en el SIP creado. "La CAI -dijo Carrasco- como entidad de mayor tamaño tiene una mayor participación en el SIP, el 44,5%; Caja Círculo tiene el 31% y Caja Badajoz, el 24,5%". Lo que se traduce en 4 representantes del Consejo de Administración para la CAI, 3 para Círculo, 2 para Badajoz y otros dos que serán independientes y serán elegidos entre profesionales de probado prestigio. La presidencia será rotativa cada dos años, comenzando por Caja Círculo (después Caja Badajoz y luego CAI).


Los responsables de la caja aragonesa explicaron también que las nuevas oficinas que puedan abrirse en el futuro, como parte de los planes de expansión de cada entidad, las abrirán las cajas, con sus propias marcas (no el SIP), y siguiendo un criterio de "proximidad geográfica".