TRABAJO

El plan de choque que fomentará el empleo parcial costará 314 millones

Solo las empresas que no hayan reducido plantilla podrán pedir las bonificaciones.

El Gobierno estima que su apuesta por los puestos de trabajo a tiempo parcial como vía para promover el empleo estable se puede saldar, al cabo de un año, con 100.000 trabajadores más. Las empresas que lleven a cabo estas contrataciones gozarán de unas bonificaciones en las cotizaciones sociales que restarán a las arcas de la Seguridad Social unos 314 millones -alrededor de 262 euros al mes por cada empleado- si bien esta pérdida de ingresos se verá compensada, en parte, por el menor gasto en subvenciones a los parados. El Ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, dijo que «hay que ser atrevidos» para convencer a los empresarios de que anticipen las contrataciones.


Este 'programa excepcional' de empleo tendrá una duración de 12 meses, y favorecerá la contratación de jóvenes de hasta 30 años y personas en desempleo de larga duración que desarrollen jornadas entre el 50% y el 75% del total, con una reducción del 100% de las cotizaciones en las empresas de menos de 250 trabajadores y del 75% en las que mantienen plantillas de mayor tamaño.


Pero el Ejecutivo quiere evitar que las empresas utilicen las nuevas ventajas para 'rotar' los trabajadores. Por eso, además de no haber reducido plantilla en los últimos seis meses, otra condición esencial para acogerse a este plan es, como mínimo, el mantenimiento del empleo neto una vez obtenida la bonificación. Además, aquellas empresas que conviertan uno de estos contratos a tiempo parcial de carácter temporal en indefinido, podrán beneficiarse de las bonificaciones correspondientes a este proceso. La dotación se mueve en una horquilla entre los 700 y 1.500 euros por año y trabajador, para un periodo entre tres y cuatro ejercicios.

 

Los nuevos 400 euros

Sacar fondos para las políticas de fomento del empleo y la cobertura de los desempleados se ha convertido en toda una proeza. La otra pieza clave del 'paquete' que ayer aprobó el Consejo de Ministros, la ayuda a los jóvenes y parados que han agotado la cobertura, que va a estar ligada a partir de ahora a la participación en planes de reinserción, tendrá financiación mixta. Las comunidades autónomas pueden respirar tranquilas. Según explicó el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, los 400 millones de euros de coste estimado para este programa, del que se beneficiarán unos 80.000 desempleados se obtendrán, a partes iguales, de la aportación del Ministerio de Trabajo y de contribuciones del resto de los departamentos.


El portavoz de Economía del PP, Cristóbal Montoro, mostró sus sospechas acerca de que el plan pueda volver a traer al mercado laboral los llamados «contratos basura». Mientras, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, que reconoció que el desempleo «probablemente siga aumentando en 2011», esperó que las empresas «utilicen con prontitud este procedimiento», ya que fue introducido por la patronal.