MÁXIMOS HISTÓRICOS

El petróleo se desboca

Sube, sube, y vuelve a subir. El precio del petróleo no cesa en su escalada y nadie se atrever a situar su techo. El anuncio de Estados Unidos de una caída de las reservas y la debilidad del dólar llevaron el miércoles al barril de crudo brent, de referencia en Europa, a pulverizar, una vez más, todos los registros y superar los 144 dólares (144,26) en el mercado de futuros de Londres. La inercia del anuncio hizo que ese máximo pasara a la historia al avanzar hasta los 146,69 dólares.

 

Además, el barril de Texas también batió su máximo y se situó en 145,82 y el de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) hizo lo propio al aumentar hasta los 137,73 dólares, el cuarto récord consecutivo. La caída de las reservas de crudo en Estados Unidos, que la semana pasado se redujeron en dos millones de barriles, hasta 299,8 millones, está detrás de este nuevo récord. La semana pasada asaltó por primera vez los 140 dólares y desde entonces no ha frenado en su ascenso de récord en récord. En el último año el precio del petróleo se ha duplicado.

 

Entre las causas sobresale el temor del mercado a que la oferta no sea capaz de hacer frente a la demanda en los próximos años. La barrera de los 150 dólares, que algunos esperaban para el cierre del año, podría superarse esta misma semana, máxime si se tiene en cuenta que el BCE subió los tipos de interés de la eurozona un cuarto de punto (hasta 4,25), que previsiblemente devaluará el dólar frente al euro, aunque la primera reacción del mercado fue la contraria, debido a las declaraciones del presidente del BCE, Jean Claude Trichet, en las que rebajó la posibilidad de nuevos incrementos a corto plazo.

 

Precisamente la debilidad de la divisa estadounidense frente a otras monedas no ayuda en absoluto a frenar la ascensión del precio del petróleo. La creciente demanda, especialmente de las economías emergentes, como China e India, sumada a la inestabilidad política de exportadores de peso como Irán o Nigeria, también explican este continuo aumento de los precios.

 

En el contexto del 19º Congreso del Petróleo que se celebra en Madrid esta semana, el presidente de la OPEP y ministro de Energía de Argelia, Chakib Khelil, el ministro argelino quiso acallar las voces que hablan del fin de las reservas de petróleo y aseguró que "es difícil creer que vayamos a tener carencias en el suministro de petróleo y gas durante los próximos 50 años". Además, abogó por un ahorro del petróleo a través de una demanda eficiente, un marco geopolítico distendido y la estabilización del dólar como factores para ayudar a la estabilidad de los precios.

 

¿Especulación?

 

Además, la descontrolada subida de los precios del crudo ha hecho saltar las alarmas de todos los actores del mercado mundial y desde algunos mercados se acusa a los productores de fomentar la especulación para disparar los precios. Khelil rechazó tal acusación y a las causas ya conocidas de la inestabilidad de los precios de hidrocarburos, añadió la entrada de los fondos de inversión en el mercado del petróleo, la situación geopolítica, principalmente las tensiones entre Estados Unidos e Irán por el programa nuclear iraní, y la entrada del bioetanol en la matriz energética, lo que ha supuesto, según Khelil, un impacto importante en la producción de diesel del mundo.

 

La figura del especulador toma fuerza en este contexto alcista. No son pocos los analistas que apuntan a que el petróleo que se comercia en el mercado de futuros - donde se venden barriles a un precio fijo en una fecha determinada- tiene un impacto directo y deliberado en el precio del crudo que se vende y compra diariamente. El proceso de fijación del precio resulta un tanto opaco y según algunos analistas "un 60 por ciento del precio petrolero se explica por la especulación de grandes bancos y fondos de inversión como los hedge funds". No obstante, la paridad oferta-demanda es otro de los factores que se apuntan para explicar la subida del oro negro.

 

La escasez del petróleo y el hecho de que sean tan pocos los países que controlan la producción petrolífera mundial hará aumentar el precio del petróleo en los próximos años hasta cotas inimaginables hace no tanto tiempo.

 

Gasolina de récord

 

A finales de 2003, las reservas mundiales probadas de petróleo ascendían a 157.000 millones de toneladas, equivalentes a 1,15 billones de barriles. El 77 por ciento de esas reservas se encuentran en los 11 países pertenecientes a la OPEP -Arabia Saudí, Argelia, Emiratos Arabes Unidos, Indonesia, Irak, Irán, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela-. Mientras, tan solo el 7,5 por ciento del total mundial se encuentra en países pertenecientes a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), formada por 30 países entre los que se encuentran los económicamente más potentes del mundo.

 

El resto, un 15,5 por ciento, está repartido en los demás países del mundo (entre éstos destacan, por sus reservas, Rusia y China). Esto quiere decir que el 82,5 por ciento de las reservas actualmente existentes de petróleo en el mundo se encuentran en esos 13 países. Las consecuencias de la escalada del petróleo tampoco tienen fronteras. La gasolina y el gasóleo se venden ya en las estaciones de servicio a precio de oro.

 

En un año, la gasolina de 95 octanos sin plomo ha pasado de costar un euro a valer más de 1,26 euros, su máximo histórico, registrado esta misma semana, al tiempo que el gasóleo se ha encarecido un 38 por ciento, desde 95 céntimos el litro a 1,305 euros, a apenas tres milésimas de euros del anterior récord, de 1,308 euros, registrado a comienzos de junio.

 

El presente del petróleo con precios desorbitados precede un futuro desconocido que amplía la incertibumbre en los mercados internacionales que se inició hace doce meses con el estallido de la crisis subprime en Estados Unidos.