El secretario general de Agricultura del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, Josep Puxeu, se mostró ayer partidario de la liberalización de superficies de cultivo y del desacoplamiento total de las ayudas comunitarias -desvinculadación de la producción-, especialmente en herbáceos, olivar y ovino-caprino. Precisamente en referencia a este último sector, Puxeu aseguró que "no soy ajeno al clamor generalizado de los ganaderos que apuestan por el desacoplamiento". Todo lo contrario, el secretario general insistió en que "soy receptivo" a esta petición y, por eso, "en ello estamos trabajando muy en serio en el Ministerio", matizó el secretario general, momentos antes de participar en la jornada interlonjas celebrada en Zaragoza. Dejó claro, sin embargo, que la crisis estructural que atraviesa el sector ovino (agravada por el encarecimiento de los costes de producción) exige una reestructuración del sector, en la que se tiene que tener en cuenta a aquellos que se quieran marchar, pero también a los ganaderos que apuesten por permanecer en la actividad.

"La Administración no puede estar ajena a las reivindicaciones de un sector que lo está pasando mal", explicó Puxeu, que abogó por avanzar en el etiquetado del cordero para estimularla el consumo que en los últimos años no ha dejado de caer. Decisiones , dijo- que "hay que tomar a medio y largo plazo".

Sector lechero

Puxeu fue muy crítico con las protestas que han protegonizado los ganaderos de vacuno de leche, más cuando, según explicó el secretario general de Agricultura, se han sentado las bases mínimas para la negociación entre los industriales y los productores. "No se puede estar en misa y repicando, o se está negociando o se está haciendo el salvaje en la carretera", criticó el número dos del Ministerio.