REFORMA LABORAL

El Gobierno ya tiene un plan para presentar en Europa

El Consejo de Ministros consagra el abaratamiento del despido en un texto que se votará en el Congreso el día 22 y que no gusta ni a empresarios ni a sindicatos.

María Teresa Fernández de la Vega y Celestino Corbacho, en rueda de prensa
El Gobierno ya tiene un plan para presentar en Europa
AFP

Obligado por las circunstancias, en un escenario económico internacional cuya presión resultaba ya inaguantable, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha aprobado una reforma laboral en tiempo y forma que le permite exhibir hoy ante sus socios europeos un texto que supuestamente debe ayudar a crear más empleo. El documento que sacó adelante ayer el Consejo de Ministros extraordinario seguramente llega tarde -nuestra tasa de paro roza ya el 20%- y ni en el mejor de los escenarios posibles nos sacará del atolladero actual a corto plazo, pero sí marca un punto de inflexión en la política laboral del Ejecutivo socialista. Se abarata el despido, y eso queda meridianamente claro, con la consecuente protesta de los sindicatos, que por ello han anunciado una huelga general para el 29 de septiembre. Por lo demás, y a la espera de los cambios que pueda introducir la negociación con otros grupos políticos, el documento actual no parece profundizar en los cambios estructurales que ayudarían a fomentar la creación de empleo.


Acaso el Gobierno piense que no gustar ni a empresarios ni a sindicatos sea una excelente señal, pero eso aún no queda claro. Por unas u otras razones, el documento que aparecerá hoy o mañana en el Boletín Oficial del Estado (BOE) -y que, por tanto, implica la entrada en vigor de la reforma al día siguiente- no gusta a nadie. Ni a la patronal ni a las centrales sindiciales. Tampoco a los partidos de la oposición, que venderán caro su apoyo al Ejecutivo del PSOE.


En cualquier caso, el decreto ley "de medidas urgentes" para el mercado de trabajo que defendió ayer el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, aporta como principales novedades un abaratamiento del despido a través de la generalización del contrato con 33 días de indemnización, el pago por parte del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) de ocho días de la indemnización para despidos con contrato de 45 días por año y la posibilidad de despidos objetivos si la empresa alega una situación negativa.


Este último punto, que ha generado gran polémica, apareció en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de ayer. En el borrador presentado el viernes pasado a los partidos políticos, después de que no hubiera acuerdo con los agentes sociales, se hablaba de pérdidas como "no meramente coyunturales". Ayer, el ministro Corbacho reconoció que la redacción se ha cambiado porque el concepto "coyuntural" tuvo observaciones esta semana por parte de diferentes portavoces de los partidos políticos y consideró que el nuevo texto "es más preciso".


La "más importante" en 20 años


Corbacho y la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, comparecieron ufanos después de la reunión ministerial y no dudaron en señalar que el este decreto representa la reforma laboral "más importante de las emprendidas en los últimos 20 años".


El titular de la cartera de Trabajo apuntó que esta reforma del mercado de trabajo responde al compromiso del presidente Rodríguez Zapatero de hacer cambios "estructurales" en la economía para modificar el modelo productivo y ser más competitivos. "Es una reforma buena, ambiciosa, que aborda los problemas y situará a la economía en la senda del crecimiento, del empleo y de la productividad", dijo, tras indicar que la decisión tomada ayer "no tiene marcha atrás".


Europa y el Congreso


Zapatero tenía sus razones para impulsar la aprobación del texto de la reforma laboral precisamente el día anterior a una importante cumbre europea. El jefe del Ejecutivo español acudirá hoy a Bruselas al último Consejo Europeo en el que comparecerá como presidente de turno de la UE. La propia canciller alemana, Angela Merkel, aseguró ayer que los jefes de Estado y de Gobierno de la UE deberían animar hoy a España a seguir adelante con las reformas porque es "el buen camino".


Tras presumir ante sus socios de reforma laboral, a Zapatero y su equipo les queda una ardua tarea. El decreto, que consta de 41 páginas, se someterá a votación el próximo martes, día 22, en el Congreso de los Diputados, momento en el cual espera contar con los apoyos necesarios para sacarlo adelante. Si la Cámara lo aprueba, se convertirá en proyecto para su tramitación como ley.


La reforma laboral es una de las actuaciones exigidas desde Europa o los mercados financieros que tiene pendientes Zapatero. El 'pepito Grillo' de nuestra economía, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, gobernador del Banco de España, las recordó ayer mismo. Además de la nueva legislación laboral y el ajuste preupuestario, las reformas «más urgentes» que necesitamos, dijo, son las del sistema financiero y la de pensiones. Todas, precisó, deberían «estar completadas antes del verano».