HUELGA GENERAL

La huelga paraliza el transporte en Portugal

Los sindicatos cifran en un 75% el seguimiento del paro mientras que el Gobierno solo admite la paralización del ferrocarril, la fábrica de Volkswager y los astilleros.

Huelga en Portugal.
El Gobierno portugués rebaja la repercusión de la huelga
AFP PHOTO

Según los dos grandes sindicatos de Portugal, tres de los cuatro millones de trabajadores lusos han seguido la huelga general realizada en protesta por las medidas anticrisis del Gobierno socialista.


En una rueda de prensa conjunta, los líderes de la Confederación General de Trabajadores de Portugal (CGTP, comunista) y la Unión General de Trabajadores (UGT, socialista) se declararon muy satisfechos por el éxito del paro y la fuerza que les da para reclamar mejoras sociales y un cambio de política económica.


Aunque el Gobierno restó impacto a la protesta y dijo que tuvo poca incidencia en el sector privado, el secretario general de la CGTP, Manuel Carvalho da Silva, subrayó que no hubo transporte, ni actividad en los puertos, aeropuertos o tribunales y apenas funcionó la enseñanza, el sector público y los servicios municipales.


El secretario de Estado de la Administración Pública, Gonçalo Castilho, calculó que sólo el 20% de los funcionarios estatales se sumaron al paro y la ministra de Trabajo de Portugal, Helena André, aseguró que en las empresas privadas no se sintió la huelga y que el consumo nacional de electricidad fue el habitual.


Carvalho da Silva respondió que sólo con "trampas" puede negarse la ausencia de trenes, la inactividad de la fábrica de Volkswagen -la mayor del país con 9.000 trabajadores- o la inactividad de los astilleros del norte luso, que puso como ejemplo de la paralización laboral de la jornada.


El dirigente de la CGTP se felicitó también por la "identificación de la sociedad portuguesa con la huelga y sus causas" y subrayó que el paro de hoy ha sido el de "mayor impacto" que se ha realizado en Portugal.


El secretario general de la UGT, Joao Proença, habitualmente menos crítico con el Gobierno socialista y más distanciado de la central de tendencia comunista, también calificó de "histórica" la jornada y resaltó la unidad demostrada por el movimiento sindical, tanto entre grandes centrales como organizaciones independientes.


La UGT y la CGTP no habían convocado juntas una huelga desde 1988, recordó, y su llamamiento lo han seguido hoy las tres cuartas partes de la población activa lusa.


Tres millones de trabajadores son muchos más, argumentó en respuesta a los datos del Gobierno, que los del sector público y la Administración, que no llegan al millón.


Proença pidió al Ejecutivo de José Sócrates que dé prioridad al crecimiento del empleo y afirmó que "el déficit es importante pero no lo es todo".


Tanto el dirigente de la UGT como el de la CGTP instaron al Gobierno a reunirse con los sindicatos para negociar un giro en la política social y económica y consideraron "inaceptable" que con la crisis se cuestionen derechos como la negociación colectiva, los aumentos salariales o los subsidios sociales.


Carvalho da Silva anunció que los sindicatos quieren aprovechar el "enorme impacto" del paro para exigir "con mas fuerza" acuerdos sobre seguridad social, protección de los trabajadores y desempleados y, en general, un "cambio de políticas". "Los sindicatos están empeñados en una movilización con perspectiva de futuro", advirtió.


El dirigente sindical lamentó que todas la medidas para salir de la crisis "sean recetas de aumento del sacrificio de los trabajadores y del pueblo".


En el caso del rescate financiero de Irlanda -una medida que los mercados pronostican ahora para Portugal- el saneamiento de los bancos e inversores lo va a pagar el pueblo irlandés y europeo, denunció.