RECESIÓN

El FMI prevé que España crezca un 0,7% en 2011, frente al 1,3% anunciado por el Gobierno

La organización mejora su visión anterior sobre la economía española, pero dice que el paro seguirá cerca del 20%.

Olivier Blanchard, economista jefe del FMI, en la presentación del informe, ayer en Washington.
El FMI prevé que España crezca un 0,7% en 2011, frente al 1,3% anunciado por el Gobierno
S. JAFFE/EFE

El modesto crecimiento de la economía española del 0,7% previsto por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para 2011 no servirá para reducir la alta tasa de desempleo, que se mantendría en porcentajes cercanos al 20%. Pese a modificar ligeramente al alza sus previsiones del pasado julio y destacar que el Gobierno de Rodríguez Zapatero ha hecho un mejor trabajo que algunas de las grandes economías europeas, la institución deja poco espacio para la duda en lo que se refiere a la evolución del paro.


"El desempleo en España no muestra ninguna señal de disminuir debido a las rigideces del mercado laboral y el colapso de la construcción", destaca el informe 'Perspectivas Económicas Globales' presentado ayer en Washington. Si para finales de año el nivel de paro podría estar en el 19,9%, en 2011 apenas bajaría al 19,3%. "La distribución del trabajo más allá de la construcción llevará seguramente un tiempo considerable, lo que mantendrá las tasas de desempleo obstinadamente altas", predice el FMI tanto para España como para Irlanda.


Los cálculos del FMI suponen un jarro de agua fría para el Gobierno, que había previsto un crecimiento el próximo año de casi el doble (un 1,3%), albergando la esperanza de que este progreso tuviera algún efecto positivo sobre el maltrecho mercado laboral.


En lo que sí coinciden ambas partes es en vaticinar que España seguirá, junto con Grecia e Irlanda, en el furgón de cola de la zona euro en 2010, cuando se espera que el PIB se contraiga un 0,3%, una décima menos que lo previsto por la institución dirigida Dominique Strauss-Kahn hace tres meses. En la misma línea de los males padecidos hasta ahora, España se verá constreñida por sus problemas fiscales y de competitividad, una situación que la mantiene encallada en el grupo de países de la UE más perjudicados por la crisis.


Pero no todas las comparaciones son negativas y en algunos casos los deberes se han hecho mejor que los socios europeos más aplicados. Por ejemplo, España ha obtenido mejor nota que Alemania a la hora de lidiar con las entidades más débiles del sector financiero. En ese sentido, el Fondo insiste en su informe en la necesidad de mejorar la fortaleza de esas instituciones y de asegurar su estabilidad. "Solucionar los problemas del sector bancario es esencial para impulsar los préstamos". El informe destaca que la banca europea afronta todavía importantes desafíos debido a su gran dependencia del Banco Central Europeo o del apoyo gubernamental y a su gran exposición a la deuda soberana.


El organismo destaca que la banca afronta importantes vencimientos de su deuda en los próximos 24 meses, por lo que puede ser necesario extender algunas medidas de apoyo aunque no a costa de posponer, dice, "la muy necesaria reestructuración".


Alemania, a la cabeza

En el terreno puramente macroeconómico, el Fondo adelanta que la zona euro, que crecerá un 1,7% este año y un 1,5% en 2011 viva una recuperación "gradual y desigual". A la cabeza del pelotón estará Alemania, cuyo PIB repuntará un 3,3% durante el presente ejercicio. Por el contrario, Grecia, el país del euro más castigado, verá su economía contraerse un 4% este año y un 2,6% en 2011.


Por su parte, la actividad mundial se expandirá un 4,8% este año y un 4,2% en 2011, mientras que el PIB de los países avanzados crecerá un 2,7% y un 2,2%, respectivamente "con algunas economías ralentizándose notablemente en la segunda mitad de 2010 y la primera de 2011". Se trata de una recuperación todavía frágil, en la que se vislumbra claramente una diferencia en la evolución de las economías emergentes -las que mejor panorama tienen- y el conjunto de los países desarrollados, la mayoría con crecimientos moderados. El FMI, finalmente, reclama para Europa reformas ambiciosas, como elevar la edad de jubilación o una mejor gestión financiera de los sistemas públicos de sanidad o seguridad social.