POLÉMICA

El PP duda de que el Gobierno deje caer todo el peso de la ley sobre los controladores

El PSOE defiende que la norma no castiga igual a los "coaccionadores" que a los "coaccionados" y pide unidad política.

El Partido Popular se mantiene en un amagar y no dar a la espera de que José Luis Rodríguez Zapatero explique con detalle su actuación en el conflicto con los controladores, pero la portavoz de la formación en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, anticipó ayer que exigirán la aplicación de la ley "en toda su extensión" para que los amotinados no queden sin castigo. El anuncio de que la Fiscalía irá a por los "cabecillas" de la revuelta pero medita dar un trato de favor a quienes pudieron ser "coaccionados" ha levantado en el primer partido de la oposición la sospecha de que, una vez dado el puñetazo en la mesa, el Gobierno piensa relajarse. Ese es el resquicio que han encontrado los populares para la crítica. Mariano Rajoy ya adelantó el lunes su apoyo a la declaración del estado de alarma que mañana será explicada ante el Pleno del Congreso por Zapatero, pero eso no quiere decir que piense ser suave con el Ejecutivo ni que descarte exigir "responsabilidades". Los populares defienden que el Gobierno tendrá que justificar por qué se llegó al escenario caótico del pasado fin de semana y miran de reojo al ministro José Blanco.


"Nosotros dimos un voto de confianza al Gobierno en su pugna con los controladores al apoyar el decreto que regulaba su nueva situación y diez meses después nos hemos encontrado con esto -reprochó en RNE el secretario general del grupo, José Luis Ayllón-; nos tienen que explicar qué es lo que ha pasado, qué es lo que se ha negociado, por qué no se ha llegado a un acuerdo y, sobre todo, por qué no tenían un 'plan B'". Solo después de obtener una respuesta decidirán si es o no preciso exigir dimisiones como el domingo se apresuró a demandar el diputado popular Rafael Hernando.


El socialista José Antonio Alonso replicó, encendido, a este reproche formulado de manera similar por la número dos del PP, María Dolores de Cospedal. "¿Es que el Gobierno tiene que pedir permiso a los controladores o tener algún tipo de recato a la hora de hacer un decreto ley por si los controladores se enfadan?". "¡Faltaría más!", recriminó. Reclamó a todos los grupos que se centren "en lo importante". Aseguró que no existe ninguna tentación de abrir la mano con nadie. "La ley no exige lo mismo a los que coaccionan que a los que eventualmente son coaccionados, dijo. A partir de ahí, "las instituciones del estado de derecho aplicarán las leyes y desde luego el Gobierno será absolutamente contundente en la exigencia de responsabilidades", concluyó.