EEUU

El desempleo en EEUU sube al 6,1 por ciento, la peor cifra en cinco años

En lo que va de año, la economía estadounidense ha perdido 650.000 puestos de trabajo, a una media de 76.000 al mes, lo que deja una cifra de 9,4 millones de desempleados.

El desempleo en EEUU subió por octavo mes consecutivo y se situó en agosto en el 6,1 por ciento, según informó este viernes el Departamento de Trabajo, la peor cifra registrada desde septiembre de 2003.


Los analistas habían previsto que la tasa subiera un 5,8 por ciento y se perdieran 75.000 puestos de trabajo, pero el desempleo afectó en agosto a 84.000 personas. Además, el Gobierno ha revisado las cifras de los dos últimos meses y ha añadido otros 58.000 desempleados más a los 61.000 registrados en junio y los 51.000 de julio.


En lo que va de año, la economía estadounidense ha perdido 650.000 puestos de trabajo, a una media de 76.000 al mes, lo que deja una cifra de 9,4 millones de desempleados.


Estos datos "confirman que persisten las condiciones de recesión en el mercado laboral y que las familias de los trabajadores estadounidenses están realmente en apuros", señaló el economista Jared Bernstein, del Economic Policy Institute.


El paro afectó en agosto sobre todo a la población afroamericana y a los latinos, con unas tasas del 10,6 y del 8 por ciento, respectivamente, por encima de la media nacional.


La pérdida de empleo en agosto fue generaliza en todos los sectores, pero el que más se resintió fue el industrial, donde se perdieron 61.000 puestos de trabajo, frente a los 38.000 en el mes anterior.


Dentro de este apartado la industria del motor, que durante los últimos doce meses ha perdido 128.000 puestos de trabajo, perdió 39.000 empleos.


Pese a que agosto es el mes en el que se prepara la vuelta al colegio y para muchos establecimientos suele ser una buena época por las compras que se hacen tras las vacaciones, las ventas al pormenor perdieron otros 20.000 empleos.


En la construcción, otro de los elementos que toma el pulso de la marcha economía, también se destruyeron otros 8.000 puestos de trabajo.


Estas cifras aminoraron el impacto de los 75.000 empleos creados por el Gobierno en la administración, en la sanidad y la educación.


La secretaria del Departamento de Trabajo, Elaine L. Chao, reconoció que los datos de hoy "confirman los serios desafíos que afronta la economía estadounidense incluida la pérdida de puestos de trabajo".


Sin embargo, la Casa Blanca intentó aminorar su repercusión recordando que si bien la cifra de parados es "negativa", el conjunto de la economía "sigue hacia adelante".


La economía estadounidense creció el 3,3 por ciento en el segundo trimestre, aunque la Reserva Federal prevé que el ritmo de crecimiento se ralentizará en lo que queda de año.


La portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, también señaló que otros datos, como el del incremento de la productividad, que según se conoció esta semana creció el 4,3 por ciento, "son algunas señales de que la economía mejora".


Perino subrayó que a pesar del crecimiento de los precios, las altas tasas de la vivienda y el impacto del mercado de crédito en la economía estadounidense, el plan de estímulo de economía presentado por el gobierno "está teniendo los efectos que esperábamos".


Este plan "combinado con una política monetaria continuará generando riqueza", por lo que descartó un nuevo paquete de medidas.


Por su parte, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, reprochó a la Administración Bush la falta de acción para evitar esta situación.


"Está claro que con la peor tasa de desempleo en cinco años hay que tomar medidas inmediatas para fortalecer nuestra economía", dijo Pelosi en un comunicado.


De hecho, un subcomité de la Cámara de los Representantes realizará una audiencia el próximo jueves para analizar el impacto del deterioro del mercado laboral en Estados Unidos.


"Necesitamos entender las tendencias que afectan a los trabajadores para determinar cómo responder a esos problemas. Los trabajadores estadounidenses no son unos llorones sino que luchan por su supervivencia económica", dijo el demócrata Jim McDermott, presidente del subcomité de seguridad salarial de la Cámara.