EMPLEO

El coste laboral baja por primera vez en 10 años

El coste laboral por trabajador y mes, valor que computa los sueldos que perciben los trabajadores y las cotizaciones sociales que pagan las empresas, disminuyó en el tercer trimestre de 2010 un 0,3% interanual, hasta situarse en 2.421,49 euros, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Este descenso, primero desde que comenzó a registrarse en 2000, obedece al recorte del 0,1% en los costes salariales ordinarios y del 1,5% en los no salariales.

Reducir los costes es una aspiración constante de empresas e instituciones públicas. Las motivaciones son distintas si se produce en época de expansión o de crisis. En el primer caso, el incremento de la producción asociado a una reducción de costes laborales suele ser fruto de la mayor productividad de los empleados. En vacas flacas, un abaratamiento de costes laborales puede estar causado por la destrucción de empleo y el aumento de las cargas de trabajo para el personal que sigue activo.

Del coste por trabajador y mes en que incurre un empleador, 1.779,27 euros corresponden a salarios y 568,79 a cotizaciones obligatorias a la seguridad social. El resto, hasta completar el total de 2.421,49 euros, iría destinado a sufragar otros pagos como indemnizaciones y prestaciones sociales.

El INE detalla que el principal factor determinante del coste laboral es el salario, concepto que engloba sueldo base, complementos, horas extras, pagos extraordinarios y atrasos. Ese coste, medido en términos brutos, creció un 0,1% interanual entre julio y septiembre y pasó de 1.776,61 a 1.779,27 euros por trabajador y mes. Pero si se excluyen los conceptos variables de los sueldos (pagos extraordinarios y atrasos) se obtiene el coste salarial ordinario, que en el tercer trimestre cayó un 0,1%.

El resto (los costes no salariales) bajaron un 1,5% interanual. Su principal componente, las cotizaciones obligatorias a la Seguridad Social, descendieron un 0,1%. La caída de las percepciones no salariales se debe, sobre todo, a la bajada de las indemnizaciones por despido y, sobre todo, de otras remuneraciones como dietas, gastos de viajes, indemnizaciones por traslados y por finalización de contratos.

Por sectores, la industria fue el único que registró un aumento de los costes laborales, del 2,1%, por el aumento de los salarios ordinarios. El mayor descenso, del 0,9%, fue para la construcción, donde destacó el decrecimiento de los salarios ordinarios (un 1,1%). En los servicios la caída general de los costes fue del 0,6%.