EL FUTURO DE OPEL

El comité de Figueruelas prefiere no tomar partido hasta conocer el plan industrial de GM

Los sindicatos de la planta dijeron que no apoyarán los paros de hoy en Alemania hasta saber cuáles son las intenciones de la compañía. Los representantes de los trabajadores desconocían si la dirección utilizará lo pactado con Magna o propondrá otra reestructuración.

"Hay que ser prudentes y esperar a conocer el plan industrial de GM antes de posicionarnos". Con estas palabras, el presidente del comité de Figueruelas, Juan Arcéiz, explicó ayer que aún no tienen datos para poder decir si es bueno o malo para la factoría zaragozana que el gigante automovilístico estadounidense haya decidido, al final y por sorpresa para la mayoría, no vender. En cuanto a si serán más o menos los despidos y ahorros que habrá que hacer frente al plan de Magna, reiteró que aún es pronto para saberlo: "La compañía llegó a presentar hasta 15 planes de reestructuración antes de mayo así que es imposible saber qué nos presentará ahora", señaló.

 

No obstante, la dirección local repartió ayer en los trabajadores una hoja informativa en la que decía que "el plan de viabilidad que GM desarrolló a finales del año pasado sigue siendo la hoja de ruta básica para lograr un negocio rentable. Dicho plan preveía una reducción del 30% en los costes estructurales y sirvió de guía para las propuestas de los distintos ofertantes. No se espera que los planes varíen en gran medida del marco de las negociaciones que se han llevado a cabo".

 

"Todos los sindicatos europeos han mostrado su preocupación y sorpresa. Nos ha llamado la atención que desde Alemania hayan hablado de hacer huelga, pero aquí no la haremos porque necesitamos cumplir con unos plazos legales y porque hasta no conocer el plan industrial no podemos tomar postura. Me imagino que los alemanes aprovecharán parte de las 70 horas que tienen al año para informar a los trabajadores para hacer paros parciales hoy", manifestó Pedro Bona, que participó ayer en la conferencia que tuvieron a las 12.00 con el Foro Europeo de Empleados. En su opinión, hay que esperar a que "GM presente sus intenciones porque no sabemos si pretende seguir con el plan de Magna o el que presentaron en febrero que incluía 9.500 despidos en Europa y el cierre de algunas plantas".

 

"Necesitamos que alguien de GM nos diga si piensan continuar con la reestructuración prevista en el plan 'Renacimiento' y sobre todo qué recursos tiene para lle- varla a cabo. Es decir, que nos aclaren la situación financiera de la compañía porque Alemania exige que le reembolsen el crédito puente de 1.500 millones de euros", aseguró José María Fernando, de CC. OO. que participó también ayer en la conferencia. "Ahora el plazo es el que marca el dinero", señaló, en referencia a que si hasta el momento, GM había aplazado hasta en siete ocasiones la firma del acuerdo definitivo con Magna, tal y como están las cosas, no puede demorarse mucho más". Sobre la posibilidad de que el gigante de Detroit aproveche el ajuste y el plan de ahorro negociado por Magna durante estos meses, Fernando advirtió de que eso sería "jugar con fuego porque Magna había negociado unos apoyos económicos de los Gobiernos que ahora GM tendrá que volverse a pelear". Por último, señaló que Figueruelas de momento no secundará ningún paro porque hay que conocer primero el plan de reestructuración de GM y la foto de cómo queda planta por planta. "No estamos en el kilómetro cero, sino que estamos condicionados por el preacuerdo alcanzado con Magna. GM nos dirá si estábais dispuestos a hacer esto con el nuevo inversor porqué no con nosotros", se preguntó ayer José Luis León, de OSTA, que desconocía si GM retomará el plan 'Renacimiento' que presentó a finales del año pasado u optará por aprovechar lo negociado con Magna "que le ha hecho el trabajo sucio y ellos vienen ahora a mesa puesta". Lo fundamental, a su juicio, es esperar "a ver qué nos trae GM esta vez". En la idea de que no se pueden hacer cábalas sino esperar "a conocer la oferta", abundó el representante de Acumagme, Rafael Díaz. "Tenemos una gran incertidumbre y preocupación", añadió José Antonio Gil de USO, que calificó la situación de "verdadero culebrón: llevamos año y pico y ahora no sabemos si GM piensa volver al esquema de reestructuración que nos planteó hace un año, seguirá con el de Magna o nos traerá otro".

 

"Lo que demuestra lo sucedido es que Magna no era la única opción posible sino que había un plan B. Lo que está claro es que Figueruelas parte en desventaja porque GM sabe lo que estamos dispuestos a ceder", aseveró Santiago Arcos, de CGT. Bajo su punto de vista, lo que planteará GM será "parecido a lo que ya presentaron a finales de 2008 y que eran cifras aproximadas al ajuste que se ha pactado con Magna". En cuanto a la conferencia mantenida ayer con el Foro, Arcos explicó que "fue una ronda para recabar apoyo a la movilizaciones que los alemanes han convocado para hoy, pero les transmitimos que hasta no conocer los planes de Magna, no tiene sentido; solo el compañero de Bélgica parece que apoyaba la protesta ". Por último, exigió una reunión de la comisión permanente para empezar a aclarar las cosas y ver si se mantiene la reunión del 13 de noviembre, que es la fecha a la que GM trasladó este martes la reunión del 30 de octubre que fue desconvocada.

 

Desconcierto en las auxiliares

"Da la impresión de que GM aprovechará la negociación de Magna con las plantas europeas, antes que empezar de cero", señaló Oscar Castillo, presidente del comité de Johnson Controls Alagón, auxiliar que fabrica los asientos para el Meriva, que reconoce la intranquilidad de los compañeros de GM después de los meses de "mareo que llevan sin saber quién va a llevar las riendas del negocio y cómo van a quedar sus puestos de trabajo: se abre ahora una nueva página de incertidumbre porque el crédito puente se acaba", añadió. Mientras, que desde otra auxiliar, Faurecia Automotive, el presidente del comité, Fernando Alcalá, dijo que entendía el desconcierto de los 7.500 trabajadores de Figueruelas, pero que era "mayor el desánimo y desasosiego de los 386 empleados de Faurecia que están en una especie de limbo porque su contrato fijo acaba en junio de 2010 y nadie les ha dicho nada, mientras que los de GM tienen el futuro mucho más asegurado", aseveró.