Caja Inmaculada (CAI) ya tiene nuevo presidente para los próximos cuatro años. Al final no hubo sorpresas y Juan Pemán Gavín, catedrático de Derecho Administrativo, toma las riendas de la caja de ahorros aragonesa. La Asamblea General Extraordinaria de ayer renovó el 50% de los órganos de gobierno de la entidad, la propia asamblea, el Consejo de Administración y la Comisión de Control. Los consejeros nombraron después al nuevo presidente que sustituye a Antonio Aznar. Pemán contó con el respaldo de la mayoría, salvo las abstenciones de los dos vocales del PP, según algunas fuentes.

Aznar se marcha después de cumplir doce años en los órganos de gobierno de la caja, el plazo máximo que se fija en sus estatutos. En sus dos años en la presidencia ha traído tranquilidad a la caja, a la que llegó tras la dimisión de Rafael Alcázar.

Pemán conoce bien la entidad, en la que lleva seis años. Ha sido el secretario del consejo en los últimos cuatro años, cuyo puesto ha quedado cubierto por Miguel Caballú, representante de los impositores. Los empleados también han tenido oportunidad de conocerle bien ya que fue su interlocutor durante la semana de transición entre Alcázar y Aznar. Hoy está prevista una reunión entre el director general de la caja, Luis Miguel Carrasco, y el comité de empresa, en la que varias fuentes esperaron que se aproveche para presentar oficialmente al nuevo presidente.

En la dirección, pocas novedades. Cinco caras nuevas, además del presidente. Entra por la puerta grande el científico Luis Oro, que ocupa la vicepresidencia primera con el apoyo de los impositores. Doctor en Ciencias Químicas por la Universidad de Zaragoza, este nombramiento supone un cambio en su trayectoria. Sustituye a José Manuel Pardo, quien sonó como presidente, pero que ha quedado finalmente como vocal. Salen como vocales del consejo Sebastián Ara y Carlos Raúl Elhombre. Al frente de la Comisión de Control se mantiene Eduardo Ruiz de Temiño, al que algunos veían presidiendo la entidad. En su equipo entran Emilia Albalate y Javier Otín.

La renovación se realiza sobre la mitad de los puestos (47), ya que se van cambiando los órganos de gobierno cada dos años. La anterior fue en 2008, en una asamblea en la que se produjo la dimisión inesperada de Rafael Alcázar, que sigue en su puesto de vocal como representante de la entidad fundadora, Acción Social Católica, al igual que Pemán y Pardo.

Error con los impositores

En esta ocasión también hubo alguna sorpresa. En la elección de los representantes de los impositores resultaron ganadoras dos candidaturas, pero una formada por independientes, trabajadores y asociaciones de consumidores perdió su sitio en el consejo poco después. Tras el resultado se pidió un receso que duró casi dos horas, tras el que la caja explicó que había habido un "error de interpretación" del reglamento, según fuentes cercanas a la elección, que confirmó la caja. Por ello, el segundo representante fue también para la candidatura de la asociación de impositores de la caja. Los perdedores estudian impugnar el cambio de interpretación de la normativa.

En total, en el consejo de la caja hay seis representantes de los impositores, tres de la fundadora, otros tres de los ayuntamientos y de las comunidades autónomas y uno de los empleados.

Esta semana está previsto el primer encuentro del nuevo presidente de la entidad con los medios de comunicación, ya que ayer no hubo declaraciones de la caja, solo un comunicado de prensa con la lista de los nuevos consejeros y un extenso currículum de Juan Pemán.