El caos aéreo atrapa a 600.000 pasajeros

En Barajas se repartieron 5.500 bocadillos, 1.500 mantas y 6.500 botellas de aguaUnos 2.000 ciudadanos ya han creado una plataforma para presentar una demanda.

Más de 600.000 pasajeros quedaron afectados por el cierre por el cierre de los aeropuertos españoles tras el abandono masivo de los controladores de sus puestos de trabajo, según informaron ayer fuentes aeroportuarias. Sin embargo, desde Aena se aseguraba a última hora de ayer que todavía no poseían un recuento recuento exacto de las personas afectadas, aunque indicaron que en la jornada del sábado de los 5.032 vuelos programados tan solo operaron 3.346. Para ayer estaban previstos 4.307, pero a media tarde no habían volado 1.316 y se desconocía los que puedan operar a lo largo del día.

Para atender a muchos de estos ciudadanos, la Delegación del Gobierno en Madrid puso en marcha un centro de coordinación que permitió llevar a los afectados en el aeropuerto de Barajas, el más grande del país y el más afectado, 5.500 bocadillos, 6.500 botellas de agua y 1.500 mantas.

Según explicaron fuentes del departamento que encabeza Amparo Varcalce, el Centro de Coordinación se activó pasadas las 18.30 horas del sábado y estuvo compuesto por 350 policías nacionales y 350 guardias civiles, además de por 21 efectivos de la Unidad Militar de Emergencia (UME), tres camiones pesados y tres vehículos ligeros que se desplegaron en las Terminales 1, 2 y 4 de Barajas.

De la resignación a la denuncia

Pero conforme avanzaba la jornada y aumentaba el caos, la resignación daba paso a la actuación. Cerca de 2.000 ciudadanos afectados por la "huelga salvaje" se han unido en una plataforma para interponer una demanda de reclamación civil contra los controladores, su patrimonio personal y sus compañías de seguros, por lo que los usuarios pedirán indemnización por daños y perjuicios.

Pese a la reapertura del espacio aéreo tras acudir finalmente los controladores a sus puestos, todavía se podían ver colas kilométricas y la resignación, mucha resignación, planeaba en el aire en los aeropuertos españoles. Esta escena contrastaba con la euforia desencadenada entre los pasajeros que aguardaban fatigados al enterarse de la reanudación de sus vuelos.

Los ciudadanos comenzaron a hacer fuerza. Muchos de los afectados se pusieron en contacto a través de mail y teléfono con el objetivo de "resarcir el daño sufrido" por la grave situación y que "los controladores respondan" por ello, según informó el abogado Luis Vericat, del despacho Cremades y Calvo Sotelo. Un equipo formado por 15 abogados estudia ya la demanda civil sin descartar abrir un procedimiento penal, ya que "pueden cohabitar ambos".

El abogado explicó que la noche del viernes un matrimonio madrileño, Julián Andrés y María del Mar Zapatero, presentó una denuncia penal en Plaza de Castilla contra los controladores por el abandono de su puesto de trabajo, lo que podría ser constitutivo de un delito recogido en el artículo 409 del Código penal.

Estos dos ciudadanos se dirigieron al aeropuerto para recoger a sus dos hijos de 10 y 11 años que se encuentran bloqueados en Irlanda sin poder regresar. En la denuncia, el matrimonio reclamaba como medida cautelar que se obligue a los controladores a regresar a sus puestos de trabajo, así como que les abonasen una indemnización por daños y prejuicios.

Elisa, otra de las afectadas que quiere unirse a esta plataforma, estuvo en el aeropuerto de Barajas el viernes entre las 16.00 y las 21.00 porque pretendía viajar con sus hijos hasta Bruselas y reunirse allí con su marido. "Nosotros no hemos podido ir y mi marido sigue allí", manifestó la mujer, que afirmó que solo la compañía aérea le dio explicaciones y que AENA estaba sobrepasada.

Y frente a aquellos que todavía esperaban angustiados conseguir algo de información, contrastaba la alegría de los comenzaban a ver reanudarse los vuelos.