EMPRESAS

El autónomo se da de baja tres veces menos que el asalariado

Las estadísticas recogen que, en 2008, por cada 1.000 ocupados, 21 emprendedores sufrieron un accidente laboral, proporción que entre los empleados por cuenta ajena llegó a 57. De estos datos se podría desprender que las condiciones para desarrollar la actividad profesional eran mucho más peligrosas para el asalariado que para el autónomo, pero no es así. El origen de la diferencia fue la escasa cobertura que reciben los trabajadores por cuenta propia cuando por accidente o enfermedad se ven obligados a abandonar su puesto. La situación, les obliga a continuar en su empleo y renunciar a la baja laboral si el percance no ha sido grave y no necesitan hospitalización.


El nivel de cobertura en la mayoría de los casos no responde a desequilibrios del sistema de la Seguridad Social sino a la cotización, también escasa, que realizan los autónomos. Otra consecuencia de esta situación es que el emprendedor tiene menos partes de baja, pero por más tiempo. Los procesos presentados por los autónomos reflejan una media de 38 días de inactividad, mientras que los asalariados suspenden su trabajo sólo 25.


La evolución de la siniestralidad laboral figura en un informe conjunto de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) y de la mutua Fraternidad. El documento recoge que la mayor inseguridad laboral entre los emprendedores se produce en Extremadura, donde la incidencia sobrepasa el 28%o. En Castilla-La Mancha, Navarra y Cantabria, la proporción es superior al 27%o. En el otro extremo aparece Cataluña, con un 8,2%.


El peor comportamiento por sectores productivos se produjo en construcción con casi 55 muertos. El índice en la industria llegó al 34,66%o y en la agricultura, al 21,46%o. Así fueron los servicios los menos accidentados con un 11,44%o. Además, el estudio desvela que los trabajadores con menos de un año de antigüedad en la afiliación al Régimen Especial de Autónomos (REA) acapararon casi el 30% de los siniestros. Por edades, los emprendedores más damnificados se encontraron entre los 35 y los 39 años. A continuación, se situaron los colectivos de 30 a 34 años y de 55 a 64 años. Respecto al género, las mujeres padecieron el mayor porcentaje de accidentes.