MEDIDAS CONTRA LA CRISIS

El G-20 acuerda un «termómetro» antidesequilibrios

Salgado afirma haber recibido numerosas felicitaciones por las reformas del Gobierno.

Los ministros de Finanzas del G-20 acordaron ayer en París la elaboración de una lista de indicadores comunes para evaluar los desequilibrios macroeconómicos mundiales. El consenso se logró tras superar el bloqueo de China que dio su brazo a torcer tras imponer que en el comunicado final no se mencionara las reservas de divisas entre los baremos seleccionados. La ministra de Economía española, Elena Salgado, aseguró haber recibido numerosas «felicitaciones» por las reformas acometidas en España.

Tras vencer las fuertes reticencias de las potencias emergentes en una noche de arduas negociaciones, Christine Lagarde, ministra gala de Economía, tuvo la satisfacción de presentar un acuerdo de mínimos acerca de los instrumentos de medida de los desequilibrios financieros del planeta, principal objetivo de la primera reunión del G-20 bajo presidencia francesa.

«Las discusiones han sido francas, a veces tensas pero siempre fructíferas en un clima de buena voluntad por parte de todos», resumió la anfitriona, quien subrayó la convergencia de las discrepancias en un documento final «equilibrado y exigente con los compromisos adquiridos».

España, otra vez de invitada

Salgado, quien aseguró no sentirse «sola» por el estatus de 'invitado permanente' pero no socio que ocupa España en el G-20, apuntó que a los aplausos a las reformas -que fueron «en privado y en público», dijo- se sumó un reconocimiento «implícito» a lo acertado de la reforma financiera. Se refería a los mensajes escuchados en la cumbre sobre la necesidad de acogerse a los criterios de solvencia y capital de Basilea III en los cambios que se preparan en el orden internacional. Salgado también defendió a Portugal, para la que descartó cualquier eventual rescate.

La lista consensuada por los países del G-20 y sus cinco invitados -entre ellos España- incluye la deuda y el déficit público, el ahorro y las inversiones, la balanza comercial y el saldo de las inversiones corrientes. El comunicado final contempla igualmente la toma en consideración de los tipos de cambio y de las políticas fiscal y monetaria.