Segunda jornada de reuniones en el Pignatelli. El presidente aragonés, Marcelino Iglesias, y el consejero de Economía, Alberto Larraz, recibieron ayer a las Cámaras de Comercio y a las entidades financieras aragonesas. El objetivo, explicar los ajustes anunciados por el Gobierno central esta semana, como el jueves lo hicieran a las patronales y los sindicatos. Cada uno de los dos encuentros se prolongó durante más o menos una hora. Al igual que el día anterior, el Gobierno prefirió guardar silencio y no hizo declaraciones. El mismo ejemplo siguieron los presidentes de las cajas, que hicieron mutis por el foro evitando a la prensa. Quizás intuían las críticas de las Cámaras sobre la falta de financiación.

Los presidentes camerales, que sí hablaron, pidieron al Gobierno "una presión más directa en la financiación" para que llegue a las empresas. Además, Manuel Rodríguez Chesa, presidente de la Cámara de Huesca, dijo que en los ajustes anunciados por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero "echamos de menos medidas mayores, como la reforma legislativa laboral". Las Cámaras añaden estas dos peticiones a las ya anunciadas, que consideran "importantes" pero "deberían haber llegado antes".

Manuel Teruel, presidente del Consejo aragonés de Cámaras y de la de Zaragoza, coincidió en que la situación del crédito a las empresas "es mala". Aseguró que todos "somos corresponsables de forma colectiva" de la crisis actual. "Hemos estado 12 años disfrutando de logros sociales porque nos prestaban dinero", explicó. El sobreendeudamiento de los hogares habría pasado a las empresas y por último, al Estado. Por ello justificó los problemas de España cuando se ha producido una crisis financiera y ha sido más difícil el acceso al dinero en los mercados internacionales. Ahora, consideró que el país necesita demostrar a los mercados financieros "que no gastaremos más de lo que ingresamos".

"Afinar" algunos desajustes

Teruel deseó que el retraso en la aprobación de los ajustes del Gobierno, que ha quedado fijado para el próximos jueves, sirva para "afinar" algunos desajustes. Deseó que el recorte a la inversión no afecte "a la que tenga relación directa con la generación de empleo". También confió en que no llegue a producirse la huelga de funcionarios. "Sería difícil de entender que si cuatro millones de parados no han sido objeto de una huelga general, lo sea el sector público solo por ajustes", concluyó.

Rodríguez Chesa consideró que el recorte salarial a los funcionarios y la congelación de las pensiones "no es lo más efectivo para resolver la economía". Sin embargo, lo consideró "un primer paso". Las Cámaras reconocieron que la situación actual es de "inquietud e intranquilidad", pero destacaron que lo importante es "transmitir confianza" para salir adelante.