INVESTIGACIÓN DIRIGIDA DESDE ZARAGOZA

Desmantelada una organización que defraudó 62 millones de IVA

La Agencia Tributaria ha desmantelado una organización que, desde 2006, había defraudado al menos 62 millones de euros del IVA en componentes de ordenador y consumibles de electrónica, en una investigación dirigida por el juzgado número 6 de Zaragoza.


En una nota de prensa, la Agencia Tributaria explica que la operación, conocida como 'Revival', se ha saldado con la detención de 16 personas y con la investigación de más de 50 cuentas bancarias.


El desmantelamiento de la organización dedicada al fraude del IVA, conocido como fraude carrusel, ha sido fruto de las investigaciones coordinadas por la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) con equipos de inspección y vigilancia aduanera en Cataluña, Valencia, Aragón y Madrid.


La Agencia Tributaria señala que todas las actuaciones se han realizado bajo la dirección del juzgado número 6 de Zaragoza.


En el curso de la operación se han registrado seis domicilios de sociedades y personas en Madrid, Valencia y Barcelona en los que se ha intervenido documentación "valiosa" y ordenadores cuyo contenido está siendo analizado.


Las misma fuente indica que la organización investigada era la más importante en la actualidad en España en el campo del fraude del IVA en componentes de ordenador y consumibles de electrónica.


La organización había formado un complejo entramado de sociedades instrumentales mediante el que enmascaraba sus actividades ilegales.


Así, Hacienda ha detectado más de una treintena de testaferros y de sociedades en Rumanía, Bulgaria, Chipre y Malta.


El jefe de la organización era un profesional de Valencia relacionado con este tipo de fraudes y con antecedentes penales, que utilizaba a varias trabajadoras a las que había instruido sobre las "precauciones" que debían adoptar para no ser localizadas.


Para ello, explica la Agencia Tributaria, estas personas utilizaban nombres supuestos y decían que trabajaban para empresas inexistentes que eran teóricamente controladas por testaferros reclutados entre personas insolventes.


Hasta el momento ya se sabe que varios de los principales clientes mayoristas de la organización han participado en el fraude.


Estos mayoristas son proveedores de otras sociedades conocidas como "integradoras de hardware", es decir, aquellas que montan y comercializan los ordenadores llamados clónicos.


Estas empresas, algunas de las cuales ya han sido registradas, se beneficiaban del fraude adquiriendo productos en los que se ahorraban el pago del IVA, que no ingresaban en ningún punto del entramado de compraventas entre sociedades.


Esta ventaja competitiva les permitía poner en el mercado unos productos a unos precios muy por debajo del real.


Las operaciones fraudulentas de compraventa se producían en varios países europeos, con el fin de dificultar su seguimiento.


Las investigaciones, que se han prolongado más de un año, comenzaron al detectar a un anciano que percibía importantes ganancias a través de una sociedad inmobiliaria de su propiedad.