JÓVENES Y EMPELO

"La crisis lastra proyectos de vida"

La dificultad de acceder a un empleo está hipotecando el futuro de toda una generación.

David Avedaño, desempleado de 26 años.
"La crisis lastra proyectos de vida"
CARLOS MONCíN

El futuro de cientos de jóvenes se está quedando en la cuneta a consecuencia de la crisis. Según CC. OO. Aragón, la tasa de paro entre los jóvenes se ha triplicado desde que comenzó la crisis pasando del 9,12% en 2007 al 26,18% actual. Si a esto se suma que la temporalidad de sus contratos alcanza el 40% y que sus emolumentos están muy por debajo del salario medio, el panorama es bastante desolador.


"Yo tuve un contrato fijo cinco años, estaba a punto de dar el salto de irme de casa y entonces, a la imprenta que me empleaba le bajó el trabajo y me despidieron. Con la crisis mi proyecto de vida, y el de bastantes jóvenes más, se ha visto lastrado", reconoce David Avendaño, que tiene 26 años y que lleva parado año y medio después de haber trabajado desde los 19. Todavía, le queda prestación de desempleo, porque va consiguiendo trabajo temporal sobre todo los veranos como monitor de tiempo libre.


En su caso, David intenta tomárselo con filosofía, "aunque a veces te da el bajón y estás más apático". Lo importante, a su juicio, es "tener siempre la mente en activo y no parar de buscar; lo peor que se puede hacer es entrar en la dinámica de no salir de casa". Mientras le llega alguna oportunidad, sigue formándose y haciendo cursos de ayuda a la dependencia: "Me gusta. He trabajado en algunos campamentos con personas con discapacidad y creo que podría dedicarme a ello", comenta. En cuanto a la política, critica que "vivimos en el país de la tirita, que ni siquiera asegura la protección social en una coyuntura tan difícil como la actual" y exige más formación.


También para el educador social Sergio Díez es fundamental la preparación: "No se puede tolerar en los alumnos escuchar eso del 'no valgo para estudiar' y menos ahora. El Gobierno tiene que apostar decididamente por la Formación Profesional para hacer una sociedad más competitiva. Hay que fomentar los ciclos de grado medio y superior". Y como ejemplo, esgrime su propia circunstancia personal: "Yo fui de esos que a los 17 dejé los estudios para ponerme a trabajar: hice de todo desde reponedor en una cadena a fontanero, pasando por camarero o comercial. Pero a los 22 años, gracias a un buen profesor que tuve y supo motivarme, me saqué el bachillerato y luego hice un ciclo formativo superior que me ha permitido llevar ya ocho años trabajando como educador social". Ahora, de hecho, Sergio Díez está compaginando su trabajo con chavales de entre 16 y 18 años con segundo ciclo de Pedagogía: "La motivación es fundamental". A su juicio, muchas veces en la educación de los jóvenes lo que falla es la orientación: "Hay que estar muy pendiente de ellos y saber motivarles", explica, a la vez que los defiende: "No son como aparecen en televisión, sino bastante más tolerantes. Por eso hay que confiar en ellos cien por cien", admite. De cara a forjarles un futuro más esperanzador, haría falta, según Sergio Díez, "una mayor implicación de las empresas y también de los sindicatos, así como de todos los poderes públicos que tendrían que poner ya manos a la obra para incentivar la contratación juvenil". "De los 92.669 parados que hay en este momento en Aragón, 11.197 son jóvenes menores de 25 años. Hace falta ya un pacto de Estado que aborde este problema", reclama Elena Gil, secretaria de Juventud de CC. OO. Aragón. "La crisis todavía dificulta más el acceso de los jóvenes al trabajo y los pocos que lo consiguen, es en una situación muy precaria", denuncia Irene Coscollar, responsable de Juventud de UGT Aragón, que reclama políticas que de verdad estimulen la empleabilidad de los jóvenes.